Brazas

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     La mirada se me pierde entre tinta roja y hojas, rotas y pérdidas, con sentimientos grabados en ellas, abandonados sin razón.

     Siento la brisa fría recorrer mi cuerpo suavemente, como los labios que alguna vez me pertenecieron. Miro a todos lados, es Febrero 14 y no todos están con la persona que aman, mis manos tiemblan, el aire se agota, mi vista se nubla, pero mi respiración aún se mantiene tranquila, serena.

     Los vagos recuerdos de un corazón roto regresan, las piezas ya no se pueden unir más, tener el corazón roto no significa que nosotros también lo estemos, nos vuelve parte de ellos, somos uno, somos lo más maravilloso y hermoso que existe en este campo de bellezas.

     Las emociones de un corazón roto son las más bellas y brillantes, tanto que queman, ellas arden como las brazas en la chimenea donde se conciben los sueños, las esperanzas, los deseos, el amor y la pasión, los latidos de un corazón roto son los más puros y los más sinceros, ellos aman tanto que duele y lo hacen tan bien, tan jodidamente bien, sin la sed de ser amados.

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