Catorce

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—¿Estás listo?

Taemin sacudió desesperadamente la cabeza.

—¡No! —gritó, mirando el objeto que estaba en una de las manos de sus secuestradores: una jeringa con tubo sin aguja hecha para extraer líquido.

Al haber tenido las piernas abiertas tanto tiempo y haberse excitado por su masturbación forzada sin ropa para ocultarse como la última vez, los dos hombres descubrieron que el tritón comenzó a lubricar analmente y, por lo tanto, se convirtió en otra muestra más que querían recoger.

Pero que lo cuelguen si se acercaban ahí, tenía mucho que proteger y, por instinto, simplemente no lo permitiría. Ya había hecho un trato falso con ellos sobre "devuélveme mi ropa y te dejaré tenerlo", que le había hecho alargar un poco la situación. Pero se había quedado sin ese tiempo y ahora no tenía otra manera de detenerlos.

Se acercaron y él gruñó agresivamente, dejando que afilados caninos sobresalieran de las dos filas de dientes. Esta era la primera vez que exponía a sus verdaderos caninos de esa manera, nunca antes había sido necesario. Siseó, chasqueando los dientes afilados en advertencia, preparado para morderlos si no quedase opción. Si estos idiotas fueran más sensatos, se habrían retirado inmediatamente, pero solo mostraron fascinación en sus rostros, Philip agarrando una cámara para registrar la apariencia de los dientes afilados.

—¡Aléjense! —Taemin gruñó en advertencia, tratando de morderlos cuando se acercaron a él una vez más.

—Te trajimos esas preciosas ropas que querías, ¿y así es como nos pagas? —demandó Jack. En menos de un segundo, abofeteó bruscamente al tritón en la mejilla, el sonido resonando en la habitación. Taemin estuvo demasiado sorprendido como para reaccionar más, con la cara hacia un lado mientras se quedaba congelado, su mejilla ardiendo—. ¡Cooperarás, pequeña mierda!

El chico le le lanzó una mirada oscura.

—Preferiría morir que cooperar con ustedes.

Philip dejó la cámara encima de una mesa y mantuvo las rodillas de Taemin separadas, el tritón comenzando a sollozar y gritar desesperadamente cuando aproximaron la jeringa, apartándose lo mejor que pudo con la esperanza de mantenerlos alejados. Estaban demasiado cerca de la preciosa carga que llevaba, no podía dejarlos acercarse a él. Podrían herirlo.

Estaba cegado por la rabia, el pánico y las lágrimas amenazadoras, su cuerpo agitándose en todas direcciones a pesar de estar sujeto tan fuertemente, sabiendo que estaban a punto de despojarlo de lo último de dignidad que alguna vez tuvo para siempre.

Cerró los ojos y giró la cabeza, no queriendo verlos hacer la extracción que estaba seguro que sentiría. Pero solo momentos después de que miró hacia otro lado, escuchó un chasquido ensordecedor seguido de un grito de los dos hombres que lo tenían cautivo, las manos en sus rodillas soltándolo, la sola sensación de las presencias cerca de su cuerpo yéndose en un instante.

Al abrir los ojos, se dio cuenta de que otro puño, una quinta mano en la ecuación, se estrelló contra la mejilla de Jack y lo hizo tambalearse contra Philip, ambos cayendo al suelo.

—Quita tus asquerosas manos de él —exigió una voz peligrosamente.

La voz, tan familiar, trajo alegría y arrepentimiento al corazón de Taemin, pero también la pura ira en esa voz envió un escalofrío por su columna. Y, sin embargo, no pudo siquiera mirar a la persona que había hablado. ¿Cómo podría? Apenas tenía el derecho de estar en su presencia y mucho menos ver su cara, por lo que mantuvo el rostro bajo para evitar contacto. En cuestión de segundos sintió que esas familiares manos lo soltaban de la silla y le tocaban las mejillas, finalmente forzando a sus ojos a encontrarse con aquellos a los que adoraba.

Hooked on You [2min]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora