🌷 «Amor» 🌷
Ocurrió en verano, el mismo día en que la familia Oh llegó a vivir al edificio de al lado. Aunque los apartamentos se hallaban a la misma altura, los vecinos ni se habrían enterado de que había gente mudándose, si no fuera porque su hijo casi mató del susto al pequeño Sehun, cuando este se asomó a la ventana de su nueva habitación.
Fue cosa un instante, el recién llegado podría haber decidido echar a correr junto a sus padres y avisarlos del niño extraño que vivía al otro lado, pero por una de esas causalidad de la vida, optó por permanecer donde estaba y lentamente, corresponder a la sonrisa que el otro le dedicaba. Hubo saludos, nombres intercambiados y para cuando sus familias los encontraron, Luhan había hecho un nuevo amigo.
Se volvió una costumbre verlos encaramados a las ventanas, charlando de sabría Buda que cosas y riendo por lo alto, llamando la atención de las personas que pasaban por el callejón. No pasó mucho antes de que la madre de Sehun le pidiera a la de Luhan para juntarlos y que jugaran sin correr el riesgo de que saltaran de alfeizar en alfeizar.
Pronto los días se volvieron semanas y el menor empezó la escuela en el mismo colegio que su hyung, aunque varios cursos abajo. Ir a clases diferentes no les afectó para nada, se veían en los recreos y los amigos de ambos se volvieron pronto un grupo y si acaso preferían estar solos, tan sólo debían esperar a volver a casa. Ya cuando los meses fueron años, los amigos de la infancia se habían vuelto almas gemelas.
Y les llegó la adolescencia.
Luhan fue el primero en cambiar, su cuerpo adoptó las formas de un adulto y su rostro inocente se afinó hasta concederle una belleza casi inhumana. Empezó a vestir jeans ajustados, a maquillarse un poco antes de salir y rizarse el cabello chocolate. Las chicas le tomaban fotos si lo veían por la calle y a los chicos les hacía suspirar, incluso cuando no se daban cuenta que lo hacían. Sehun se enfadaba, pero tampoco los culpaba.
En su cumpleaños 16,en esa fiesta que Jongin le organizó y a la que invitó a los hyungs que hacía rato se hubieran ido a la universidad, todo se fue al trasto.
Habían estado jugando a la botella y cuando le llegó el turno a Sehun, tuvo la mala fortuna de que la boquilla apuntara a su amiga Joohyun. A ella le emocionó que la besara, quizás porque secretamente le profesaba un amor sincero o tal vez fuera que como el resto, había bebido demasiado y la cerveza en su sangre la hacía sentir mareada y demasiado alegre. ¿Cómo iría a terminar eso?
Antes de que ninguno pudiera averiguarlo, la mano de Luhan tiró del cuello de su camisa y sin dignarse a mediar palabra, arrastró a Sehun al piso de arriba y lo hizo tumbarse en la cama del cuarto del anfitrión. Parecía molesto, furioso. El menor sólo lo había visto así una vez, aquella tarde en que un tarado se atrevió a llamarlo chupa-pollas. Entonces no sabía lo que eso significaba, tampoco conocía la orientación sexual de su hyung.
—¿Por qué estás tan molesto? Sólo es un juego.
—¡Lo sé! —estalló Luhan—. Demonios, sé que no vas en serio y que parece que he perdido la cabeza, pero yo... no pude evitarlo. No quiero que la beses, ni a ella, ni a nadie.
—¿Qué hay de ti? —se atrevió a preguntar, no sabiendo de dónde había sacado el valor para dar vida a aquellas palabras—. ¿Puedo besarte a ti, hyung? Si te soy honesto, hace rato que quiero hacerlo.
Y lo hizo. Más tarde no recordaría si Luhan le dio permiso para hacerlo o si fue el chino quien se abalanzó contra sus labios, lo único que no escaparía a sus memorias sería el roce de sus bocas, la fricción de sus belfos al devorarse con intensidad, el húmedo juego entre sus lenguas que casi les hizo perder el aliento. Se acordaría también, de las palabras que Luhan le dijo y lo que obligó a repetir, cuando ya no había una gota de alcohol en sus sistemas.
«Me gustas, Sehun. Me gustas tanto que me asusta»
Fue luego de eso que comenzaron a salir, a tomarse de las manos y compartir besos furtivos, fue cuando comprendieron el magnetismo que atraía sus miradas y provocaba sus sonrisas. Sehun no vio necesario pedirle en voz alta que fuera su novio, pero su modo de formalizar el asunto no podría haber hecho más feliz a Luhan y es que la tarde en que le dio un nuevo nombre a su relación, lo hizo frente a sus padres, luego de salir del clóset y llamarse a sí mismo homosexual.
El tiempo pasó, los años transcurrieron como los primeros minutos de una comedia romántica, ninguno sabría decir cuál fue el soundtrack de la película de sus vidas, pero tal vez se pareciera a una canción de Troye Sivan o fuese del tipo instrumental, como el Castillo Ambulante.
Una tarde, Sehun llevó a Luhan a la cima de la torre N y lo hizo cerrar un candando con sus iniciales grabadas, le invitó a cenar en el restaurante que giraba y antes de que les sirvieran el postre, rodeó la mesa y se arrodilló a su lado, tendiéndola la caja con la sortija y ofreciéndole la propuesta que alguien como su chico se merecía. Esa noche, Luhan accedió a casarse con él, a pasar la vida siendo el Sr. Oh y que Sehun fuera el guardián de su corazón.
Ninguno de sus amigos se sorprendió, sabían que así era como debían terminar y es que cualquiera que los viera, diría que se trataba de la definición exacta de amor, la representación de lo que ocurre cuando dos almas se reconocen y se fusionan. Porque para existiera Hun tenía que haber un Han y aunque Selu sonaba muy bien, todos coincidían en que si la perfección existía se llamaba Hunhan.
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ABC's love || HunHan ver. ✔
Fanfiction🌷 Conjunto de drabbles (en serio, sólo drabbles) alfabéticos con el HunHan de protagonistas 🌷 🌷 Pareja: HunHan (Sehun/Luhan) 🌷 Mención de otras parejas 🌷 Género: Romance | Fluff | Dosis extra de azúcar 💕 Está historia no es apta para diabétic...