ABC's love || HunHan ver. ✔

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🌷 «X-Men» 🌷

—¿Y si fueras un X-Men? —pregunta Sehun, deteniendo la palomita a medio camino entre el tazón y su boca.

—Me casaría con Magneto, seguro —responde Luhan, arrebatándole el maíz de los dedos y llevándolo de inmediato a sus labios.

Están tumbados en el sofá de la sala, disfrutando de la tranquilidad de un ameno fin de semana sin pendientes o compromisos a los cuáles asistir mientras devoran las palomitas del tazón que descansa sobre la barriga de Luhan y compartiendo la última lata de una cerveza que no podían dejar más tiempo huerfanita dentro de la nevera.

—Tonto —bufa Sehun, bajito.

Como cada que se acomoden a mirar una peli, su ángel de cabellos dorados se ha extendido cuán largo es en el sofá y lo ha dejado recluido en una sola esquina, sintiendo su cuerpo apoyarse en su pecho y tenido su rostro tan cerca que le basta agacharse un poquito para besarle en la nariz. Es incómodo claro, pero no le molesta porque se trata de Lu.

—¿No querrías casarte con Magneto si fueras un X-Men? —devuelve el mayor al cabo de un rato—. No con Ian McKellen, claro. Pero ¿qué tal con Michael Fassbender?

—Ahora que lo mencionas, sí. Tal vez, si fuera un X-Men me casaría con Magneto. ¡Sus poderes son increíbles!

—Y Fassbender está tan bueno como el pan integral —bromea Luhan con una sonrisa.

Sehun rueda los ojos, como cada que se ponen a hablar y la conversación se desvía hacia una apreciación del físico de algún actor o las suposiciones siempre locas que pasan por la cabeza de su hyung. Toma otra palomita y se detiene antes de comerla solo para decir que:

—Me gusta más James Marsden. Me ponen los chicos lindos, aunque no haya sido el mejor Cíclope de las películas.

—No vale si lo imaginas como el Príncipe de Encantada —Luhan frunce el ceño y le asesta una palomita de maíz directo al rostro.

—¿Aunque Giselle haya preferido a otro? Sinceramente, me dio algo de pena.

—Tuvo una novia al final, ¿recuerdas? —Luhan sonríe—. Y el otro era más guapo que él.

—¿Cómo es que saltamos de los X-Men a Encantada? —Sehun pregunta—. Mejor, ¿cómo es que saltamos de mi pregunta a los actores que interpretan las películas?

—No sé. ¿Qué ibas a preguntar? —Luhan le mira y Sehun intenta recordar en que había estado pensando antes de que Magneto llegara a desviar la atención de su importantísimo tema. No lo logra y termina encogiéndose de hombros.

—Solo dale play a la peli. Por cierto, ¿qué se supone que vamos a ver?

—Titanic.

Su marido suspira y abre la boca con la intención de hacer alguno de esos comentarios acertados a los que Sehun siempre sabe encontrarles el hilo, pero al menos por esa ocasión es su chico el que se adelanta y exclama:

—¡Cabían los dos en esa tabla!

—Supéralo, amor. En Divergente, ella es la mala.

—Adoro esa peli. Y ahora que lo recuerdo... No termine Leal.

—Tris muere y Tobías queda soltero. Si yo lo hubiera escrito, lo habría vuelto gay en la última página y me habría colado en la historia para casarme con él. ¿Te gusta Tobías, Hun?

Y sin que se den cuenta, la charla se extiende, los minutos mueren. La tarde pasa fuera de su hogar y para cuando dan play a su filme, es momento de levantarse y hacer una llamada al servicio de comida rápida. No importa. Su vida es así, tan imprevisible como un comentario que surge de la nada y tan casual que no importa si se desvelan en el afán por terminar una película de tres horas que han visto más veces de las que son capaces de contar.

Porque Luhan y Sehun podrían hablar por horas del tema más insignificante y darle la importancia que nadie más tendría para ello. ¿No es mejor? Incluso cuando es algo random, son esas pequeñas cosas las que dan un toque especial a su relación. 

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Y hablando de cosas random, esto sí que lo ha sido.