c i n c o

441 17 1
                                    

Caminaba con pasó apresurado al instituto, el estupido de Ryan se había olvidado completamente de mí y se había ido.

Suspire.

Cuando llegue entre, era tarde y lo peor de todo era qué mi clase era matemáticas. Me pare frente el aula y me quede observando fijamente la puerta, como si tuviera los poderes de Matilda y pudiera abrirla. Camine de un lado a otro y cuando porfin me decidí a tocar a la puerta esta fue abierta.

El profesor fue quién la abrió, su mirada era de pura seriedad como si tratara de decirme que soy el más grande error y era mejor que no estuviera en su clase.

-Señorita Miller, llega tarde.

Su voz era neutra, trague en seco y trate de permanecer lo más recta posible.

-Lo siento...-estuve apuntó de decirle las razones por las que había llegado tarde pero solo puso una mano en el aire, tratando de decirme que guardara silencio.

Rode los ojos mentalmente, es demasiado viejo para este trabajo, los adolescentes necesitamos maestros jóvenes y sexys.

-Entre, la próxima vez ira a detención.

Sin decir nada más entre, me senté al lado de Isabel y ella solo me sonrió.

Al pasar de la clase miraba el reloj constantemente, era la clase más larga en mi vida. Cuando la campana sonó sentí un alivió inmenso y sin pensarlo dos veces salí disparada de ese lugar.

Necesitaba comida.

-Vamos Isabel.-jale de su brazo hasta la cafetería, tomamos nuestra comida y nos sentamos en nuestra mesa habitual.

Minutos más tarde llego Raquel a dónde nos encontrábamos, ella, Isabel y yo nos habíamos vuelto inseparables las últimas semanas.

-Hola chicas.-nos saluda Raquel.

La observo pícara ella se sonroja inmediatamente.

-No es lo que crees.-me río por su justificación.

-Amiga, se qué despues de la escuela iras a tomar un helado con Zack, también se qué despues de eso descubrirán qué son el uno para el otro. Se casarán y vivirán felices para siempre.-finalizo mi teoría, Zack me contó todo.

Ella buffa y se mete un pedazo de su pizza.

-Estoy de acuerdo con Abi.-me apoya Isabel.

Raquel nos fulmina.

Reímos y seguimos con nuestra comida.

Cuando levanto la vista nuevamente de mi comida a mis amigas me doy cuenta que a llegado Ryan con sus amigos que ahora también son mis amigos.

-Ryan hijo de...-lo fulmino y antes de qué acabe de hablar el termina por mi.

-Mi mami.-sonríe angelicalmente.

-Estupido.-le lanzó un pedazo de pizza.

-Muy bien calmense no queremos que haya otra pelea de comida ocasionada por ustedes.-me rio al recordar ese momento.

-Fue lo mejor.-me apoya Nathe y los dos chocamos los puños.

Al final de clases le quite las llaves del auto a Ryan, para que ahora no hubiera pretexto para irse.

Y efectivamente Raquel se había ido con Zack, sonreí como una madre orgullosa cuando los vi y solté un escandaloso grito cuando se besaron.

Me volteó simulando que no les estoy prestando atención.

Isabel viene caminando en mi dirección, su expresión es igual o más de indiferente que la de el profesor de matemáticas.

-Isabel...-la observo asustada como si fuera un bicho raro.-¿que te pasó?

Ya no soy la mismaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora