CALOR INVERNAL [BNIOR]

3

Jinyoung

Esto es malo. Esto es muy malo. Todo lo que quería era una noche para mí, donde podría sentirme seguro y tal vez un poco borracho. Eso era todo. Aislar mi celo. Paralizarlo. Me estaba volviendo loco.

Ahora se había ido.

Jaebeom lo ignora, mirándome desde el asiento delantero. El idiota no tiene idea de lo que hemos hecho y quiero arrancarme el pelo con frustración. Me doy cuenta de que voy a tener que deletrearlo para él, y el pensamiento me hace sentir muy, muy asustado. Los alfas son impredecibles, y no tengo ni idea de qué clase de hombre es él. Rico. Mimado. Despreocupado. Definitivamente no querrá estar atado.

Mierda. Mierda. Mierda.

—Cristo, no fui tan malo, ¿verdad? —Gruñe—. En serio hombre que me estás haciendo enojar.

Es orgulloso. La mayoría de los alfas lo son. Lo estoy insultando actuando así, pero estoy muy asustado ahora mismo. Ya he oído hablar de vínculos accidentales. Hay todo tipo de historias de horror de lo lejos que pueden llegar los alfas para lidiar con ello.

—¿Entonces? —Él exige, haciéndome retroceder—. ¡Contéstame omega!

Ahí está. La orden. No puedo desobedecerlo ahora.

—Yo estaba en celo —murmuro, sin atreverme a levantar la vista. Hay un momento de silencio insoportablemente largo.

—¿Qué?

—Estaba en celo. —Repito, mirando a Jaebeom a través de mi flequillo.

Espero ver rabia, o pánico, o incluso algún tipo de felicidad enferma. Pero en su lugar todo lo que obtengo es confusión.

—Y... —Él se encoge de hombros—. ¿Y qué?

Lo miro con incredulidad. ¿En serio? ¿Tienes alguna idea de lo que esto significa?

¡Dios! Estoy jodido. He sido metafórica y literalmente jodido al infierno.

Jaebeom parpadea estúpidamente. Suspiro y froto mi frente. Mi cráneo se siente lleno de barro, tal vez con picos de metal raspado en los bordes.

—¿Qué sabes de los omegas en celo?

—Bueno —dijo Jaebeom—. Significa que cualquier alfa alrededor va a querer follarte, lo cual supongo que explica por qué perseguí tu fino culo anoche. También sé que tu agujero estaba todo mojado y listo para mí. Eres un chico pervertido ¿Verdad? —Él menea sus cejas hacia mí, esa sonrisa estúpida en su rostro.

—¿Algo más? —pregunto con sequedad.

—No sé, me salté esa clase.

Mi cabeza late aún más. Voy a tener que deletrear esto para él. — Nunca debí haber estado afuera durante mi celo, significa que mi cuerpo y mi alma estaban buscando un alfa para vincularme, eso significa que tú y yo estamos vinculados ahora.

Jaebeom levanta las cejas. Todavía no entiende lo que esto significa. Por lo menos esa sonrisa estúpida se había ido. De alguna manera, tal vez es porque estoy agotado y todavía un poco borracho, que logro mirarlo a los ojos. —Significa que no vas a conseguir que se te levante con nadie más que conmigo durante mucho, mucho tiempo.

Hay un momento de silencio mientras Jaebeom me mira sin comprender. Mis manos se vuelven puños alrededor de mi manta y veo como todo el color se desvanece de su rostro. 

Sin decir una palabra, sale del coche. Aferro la manta alrededor de mí mientras abre mi puerta y me arrastran a mis pies. El suelo duro está congelado bajo mis pies. Me estremezco por el frío. Me golpea contra el costado del coche, gruñendo.