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Jaebeom

—¿Está seguro de que esto funcionará? —Mark preguntó de nuevo, mirando el té nerviosamente.

—Casi seguro. —Le digo alegremente, ignorando la mirada fulminante de Jinyoung.

—Es lo mejor —dice Brett, frotándose la barba en la mandíbula.

Al principio Brett no quería romper el vínculo en absoluto, quejándose de que tenía derechos. Luego le presenté a la madre de Mark. A primera vista, Madison parecía una mujer dulce e inofensiva. Apenas más de cinco pies con dos pulgadas y flaca como una ramita. Pero ella seguía siendo un alfa.

Cinco minutos con Madison y Brett salió de su tienda con la mandíbula hinchada y miedo en sus ojos. De repente, separarse de Mark parecía una gran idea. Decidí que no quería saber qué pasó. El viaje de regreso a Frog Town fue tenso con Brett enfurruñado en la parte trasera del coche.

Mark todavía se encogía un poco bajo la mirada de Brett, pero Madison le apretaba el hombro y él se enderezaba. La demostración de amor y apoyo hace que mi corazón duela por Jinyoung. No habla mucho de su propia madre, sólo que está en el pasado y no debemos preocuparnos por ello.

No sé. Porque Madison cogió a Jinyoung inmediatamente, adulándolo como si fuera suyo. Nuestra primera noche en su casa, había amontonado una pila de carne y patatas en su plato y no lo dejo salir hasta que él hubiese terminado cada bocado.

—¿Estás listo? —Jinyoung pregunto.

—Vamos a acabar con eso —dijo Brett, mirando en todas las direcciones excepto a Madison.

Ellos bebieron el té y Jinyoung comenzó el canto. En pocos minutos tanto el alfa como el omega estaban pálidos y sudorosos. Mark gimoteo ligeramente, con los brazos alrededor de su estómago.

Madison froto su espalda, lanzándome una mirada preocupada. Me encogí de hombros con impotencia.

Brett gimió y se hundió en el suelo. —¡Mierda! ¡He cambiado de opinión! ¡Basta!

Él es ignorado. Por una vez no está en control y puedo decir que lo odia. Una parte de mí siente lástima, pero ha causado tanto dolor a Mark que me permito sentirme un poco satisfecho.

Jinyoung continúa, mirando a Mark con una expresión preocupada.

Asiento para que siga adelante, haciendo una mueca cuando nuestro amigo grita y se aleja del sofá. Extiendo la mano automáticamente, pero Madison coge a su hijo, estableciéndolo en el suelo con la cabeza sobre su regazo. Ella le acaricia la frente y murmura suaves palabras tranquilizadoras.

Con un asustado jadeo, tanto Mark como Brett aullaron, sus cuerpos sacudiéndose y contrayéndose en el suelo antes de que repentinamente se quedaran quietos. Jinyoung terminó apresuradamente el hechizo con voz temblorosa antes de caer de rodillas para inspeccionar a nuestro amigo. Por un momento aterrador, no puedo mantener fuera de mi mente el pensamiento de que acabamos de matar a alguien. 

Entonces Mark aspiró aire como un hombre que se ahoga, agarrando la camisa de su madre desesperadamente. Me río nerviosamente y Jinyoung suspira aliviado. Brett tosió y se atragantó en el piso cercano, pero afortunadamente no perdió su cena en la alfombra.

—¿Funcionó? —pregunte, acercándome.

Sin decir una palabra, Brett se levantó y saltó por la puerta. Mark frunció el ceño y cerró los ojos. —¿Creo que sí?

Hay un rugido triunfante desde el patio delantero. Sin duda, Brett sólo decidió probarlo en los arbustos.

Los rugidos y gruñidos del oso continúan por bastante tiempo.

CALOR INVERNAL [BNIOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora