Una Madre Para Damian

9.-Los Tres Mosqueteros (Primer Encuentro)

Durante varios días el pequeño demonio visitaba la biblioteca del castillo y tomaba el mismo libro para volver a leerlo, en ocasiones estaba el hechicero y siempre tenían un tema para hablar por algunos minutos. Había días en el que la presencia del joven mago hacia querer llevarse el libro y buscar otro lugar para dejar de sentir la molesta mirada del otro.

Ese día agradeció no verlo por los alrededores, en su lugar estaba el hechicero que parecía buscar algo en un viejo libro. Al ver la concentración del mayor decidió no interrumpir y sólo ir por su libro en silencio, el cual no se encontraba en el lugar donde lo había dejado anoche.

-si está buscando el libro que siempre lee, me temo que el joven mago lo tomó en la mañana - vio en el joven alado una mirada molesta.- ese libro lo ha leído desde que llegó, creo que ya hasta lo sabe memoria, ¿por qué seguir leyéndolo?-

- mi madre me contaba esa historia, no importa cuantas veces lo lea...- lo último sonó  como un suspiro - no lo entiendo. -

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Richard lo intuía, al menos eso pensaba mientras veía desde el balcón al menor de sus hermanos jugar con el gran perro de la familia, por como era su trato pensó que Timothy parecía tener algo en contra de Damian, que para el último parecía sólo un berrinche, Jason creía que eran los celos tardíos al ver que ya no era el "consentido", pero Dick no lo veía así.

Lo que el veía en Tim ahora era una mezcla de celos y paranoia, sabe que aquella mente brillante también es muy imaginativa y puede asegurar que si se ha puesto en contra de Damian es por que ya imagino varios escenarios donde el de ojos verdes  es el villano.

Podía entender un poco los celos de Tim, el paso por lo mismo al saber que Jason sería su nuevo hermano e intento no tomar le cariño...pero fue imposible no querer protegerlo cuando lo vio. Para el mayor de los hermanos le resultaba difícil ponerse de un lado, había convivido más con Tim pero en estas semanas Damian se volvió su foco de atención por su accidente.

-Tal vez...- comenzó aquella oración sin tener como continuar, sin saber como seguir aquel pensamiento. Dio media vuelta para dirigirse a su habitación, tal vez solo necesitaba un enfoque diferente.

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Una mirada desafiante, de un tono calido acaramelado eso era lo que rondaba en la mente del millonario, habia sido enfrentado por un Omega de ojos café... ya tenia un tiempo pensando en aquello, más si Alfred le hablaba sobre "lo mucho que beneficiaba la presencia del Profesor Jordan en la vida del pequeño Damian". A veces creía que su mayordomo lo hacia con el afán de buscarle pareja antes de que se volviera un amargado solteron... o eso recuerda que le decía de niño.

Diana se lo advirtió ese día, no acercarse a Hal Jordan, principalmente por que el castaño era diferente a cualquier Omega que suele frecuentar y dejar cautivado, mucho menos uno que  se dejase intimidar.

Sea como sea, no quería tener que volver a la escuela y encontrarse a ese hombre, pues al parecer cada vez que sus hijos se metían en problemas el estaba presente. Aunque su teléfono tenía otro plan, por un momento pensó en que posiblemente seria algo que no tuviera que ver con sus hijos en problemas...pero se equivoco.