Una Madre Para Damian

11.-Talismán (Parte 2, Celos)

Un joven de amable corazón encontró aquella reliquia, en la que confió sus anhelos y dedico su vida a ellos; un día encontró a una bella joven que cautivo su corazón.  Desde aquel día, el joven comenzó a cortejarla, llenándola de pequeños detalles que cautivaban a la joven, hasta que un día ambos tuvieron que tomar caminos distintos.

En un momento parecía distancia llegaría a matar a aquel buen hombre, pero recordaba su amada le entrego un pequeño corazón de cristal el cual representaba el amor de ella. Las cartas que se mandaban siempre iban plasmadas de sentimiento y del aroma del otro, fue hasta que un día las cartas dejaron de llegar, fue hasta el día del accidente.

EL terrible accidente que le alejo del amor de su vida, el accidente en donde el talismán no fue suficiente para ayudarle en su dolor, mas cuando aquel corazón de frágil cristal termino en mil pedazos.

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Kyle esperaba a que su padre saliese de la junta para poder irse a su casa, su día no había sido el mejor, había discutido con Jason por cosas que ahora carecían de  importancia. Pensó demasiado cuando vio al que invade sus pensamientos dirigirse casi corriendo al portón de la escuela.

Su curiosidad fue grande, se acerco lo suficiente como para distinguir una figura masculina, con una musculatura que sobresalía en comparación de Jason, alcanzó a notar unos lentes de marcó negro, la ropa que llevaba era sencilla, una camisa azul cielo y unos pantalones rectos de mezclilla. Pero de toda esa escena lo que molesto a Kyle es que aquel hombre recibió una sonrisa tan cálida de Jason, mientras pasaba su mano por el cabello del mencionado, fue aquella acción la que provocó una especie de corto circuito.

Se dirigió a la salida, una vez que pasó al lado de aquel hombre pudo olerlo, aquel hombre era un alfa, lo que vio en los ojos de Jason le hizo pensar en una posibilidad que le dolió.

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Pensar en ocasiones hace daño, más cuando todos tus pensamientos te dañan al hacer suposiciones. Al cerebro parece no importarle que suba el daño emocional y deja que los pensamientos fluyan, pero eso sólo causa que las molestias crezcan y lleguen a provocar tristeza.

Por todos los pensamientos que tiene uno encima, en ocasiones, se puede llegar a tomar en segundo plano el entorno en el que se encuentra. Como en la situación que ahora se encontraba el Jordan menor, perdido en unas de las oscuras calles de Gotham.

-perfecto... - se dijo así mismo al verse perdido, dio media vuelta para ver si de este modo lograba regresar y encontrar algún sitio familiar con el cual ubicarse.

Tal vez era un mal momento para darse cuenta que no traía consigo su celular, revisar en el bolsillo del lado izquierdo de su pantalón y ver que, muy posiblemente, tiro el dinero que había ahorrado durante la semana.

Suspiró, ahora si estaba en problemas, conocía a su papá y sabia que muy posiblemente ahora estaría enojado con el, cuando lograra volver a casa estaría castigado por todo lo que le quedase de vida. Cuando miro el cielo supuso que ya era muy tarde, pues el tono azul claro que había se volvió en tonos violetas y naranjas, dando paso a la noche. El pequeño alfa comenzó a sentirse nervioso, liberando un poco de su esencia, un aroma agrio que mostraba su nerviosismo y tristeza.

-¡Oye mocoso! - escucho una voz grave a sus espaldas, el mismo sentimiento que lo hacia temblara ahora lo hizo comenzar a corre. -¡HEY! ¡ESPERA! -

Corrió lo mas rápido que pudo, hasta que choco con algo, ¿o alguien?

-Auch - se quejo una vez paso el impacto.