Cuenta una antigua leyenda, que había un talismán que albergaba los misterios y secretos de este mundo, su poder era un imán de la buena fortuna. Los más sabios decían que aquel objeto fue sellado con hechizos de protección muy antiguos y sellados con el aliento de un poderoso dragón.
El talismán perteneció durante muchos años a un sólo ser, un guerrero que entregó sus años protegiéndolo de cualquier ser mal intencionado que llevaría a la humanidad a su ruina.
El poderoso objeto poseía una peculiar cualidad para atraer aliados, muchos decían que era debido a la buena fortuna que este atraía y de este modo se justificaba la atracción de aliados, unos pocos decían que el talismán reunía a quienes tenían al mismo enemigo.
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Damian cortaba, bajo la super-visión de Alfred, la masa para dejar unos cuadritos de esta misma en una bandeja. Después de tener aquella platica con el castaño mayor decidió que cambiaría su estrategia para conseguir su objetivo, primero tenia que convencer a Tim de aliarse a su causa, Dick y Jason no serian tan difíciles de convencer.
-Pennyworth - al obtener una mirada del mayordomo se detuvo a pensar si la pregunta que iba a hacer no levantaría sospechas ante el interés que demostraría por su hermano adoptivo.
-Dígame, joven Damian - la pequeña sonrisa fue lo que necesito para decidirse a preguntar.
-a Drake, ¿le gustan las galletas? - pregunto desviando la vista, una parte de el pensó en lo ridículo que debió sonar.
-si, al joven Timothy le gusta cualquier tipo de dulce - respondió el mayordomo, estaba al tanto de lo que pasaba por la mente del menor, pero prefería mantenerse al margen por el momento.
-mmm...- lo pensó por unos minutos, hasta llegar a la conclusión de que si pensaba hacer que los otros aceptaran su plan, necesitaba que los tres se unieran a el. -¿crees que acepte si le llevo algunas?-
-¿por qué no aceptaría galletas? - pregunto se vuelta, viendo como el menor colocaba el último cuadrado de masa en la bandeja. Las cejas del menor se juntaron en un gesto pensativo, no sabía si el otro estaría aún molesto u rechazaría su ofrenda de paz.
- tal vez debería de llevarle a Todd y Grayson también - lo dijo en voz alta y recibió un asentimiento por parte del mayor, mientras se bajaba de la silla y metían las galletas al horno.
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EL menor de los Wayne acomodo algunas galletas en un plato, que decidió llevar hasta la mesa que estaba en el jardín y así ofrecerlas a Tim, claro que aparto al menos unas 4 pequeños paquetes con galletas , los cuales guardo 3 de estos en un cajón otro metió al bolsillo de su suéter. Salio de la cocina y junto a su bandeja comenzó su recorrido.
Alfred llevaba una tetera, el azucarero, cucharas para té, una jarra con leche, un frasco con miel y un par tazas con su respectivo plato que hacían juego con la tetera, todo en una bandeja sobre el carro de servicio que dejaría al lado de la mesa. Damian daba sus pasos de forma lenta y pausada, tambaleando un poco las galletas, sin ser consiente saco la lengua en un gesto que denotaba su concentración.
-lo hace bien joven Damian - el alago era para que el menor tomara una mayor seguridad en sus pasos y aumentase el ritmo de su andar.
-¿de verdad?... - aquello fue un buen intensivo para el menor que regreso a su andar habitual, dejando las galletas justo al centro de la mesa - si, lo hago bien.-
-por supuesto - el mayordomo acomodo las tazas en la mesa, dejando lo demás en el carro de servicio que no estaba a mas de un metro de distancia - aunque para la próxima me gustaría que las deje en el carro para transportarlas junto con el té-
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Una Madre Para Damian
SonstigesDe cómo el pequeño Damian cree que su nuevo profesor de Educación Física es perfecto para ser su nueva Madre.