Prólogo

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—¡Oye tu! — se pudo oír como Daniel le grito bruscamente al chico nuevo —Eres muy hermoso, casate conmigo — todos en el salón empezaron a reír pero automáticamente se callaron al escuchar las palabras del contrario.

—Claro, no hay problema— el chico nuevo sonrió, era una sonrisa sincera, Daniel no esperaba esa respuesta pero sonrió al ver al contrario hacerlo.

Y pensar que todo empezó como un juego.

Esto no es un juegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora