NOVENO MES - NACIMIENTO

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NACIMIENTO


Ambos sabían que el día esperado estaba muy cerca. SungYeol ya casi no podía caminar, además los constantes dolores en su columna lo tenían mal.




-Myung~ – Llamó el mayor, sobando su estómago abultado. Sin mucho esperar el nombrado apareció frente a Yeol.

-¿Te duele algo bebé? – Myung dejó de lado sus cucharones para revisar el cuerpo de su pareja.

-No. – Negó suave con su cabeza. – Es solo que estoy aburrido, el pequeño “dementor” no deja de moverse inquieto, creo que ya quiere salir. – Término con una mueca de dolor. 


MyungSoo acarició el abultado estómago de su pareja tarareando una suave canción, tratando se apaciguar el dolor que sabía el contrario sentía. Parecía que su pequeño hijo podía reconocerlo, cada vez que él se acercaba a cantarle o tan solo le acariciaba el vientre a su pareja, este pequeño ser se quedaba tranquilo, calmado.




-Gracias. – Susurro SungYeol, acariciando también su vientre. Su rostro dibujo una pequeña sonrisa melancólica.

-Amor, ¿Qué tienes?

-Nada… - MyungSoo dejó de acariciar el vientre de su pareja.

-¿Qué es lo que esta pasando por esta cabecita? – Pregunta, acariciando los rojizos cabellos de su mayor.




El mayor formo un pronunciado puchero, causando una tierna imagen, no apta para Kim MyungSoo.





-Siento… siento que nuestro hijo no me quiere. – Las lágrimas salían de sus ojos, estúpidas hormonas.

-¿Quién fue el que te metió esa loca idea? – Sonrió MyungSoo, no creyendo lo que había escuchado.

-Es… es que… Solo contigo se calma… Antes cuando le cantaba o acariciaba, se clamaba pero ahora ya no ya. – Con sus manos limpio todo rastro de lágrimas.

-No se porque razón pasa eso, pero... – Tomó las manos del mayor y las beso dulcemente antes de continuar. – Estoy seguro de que nuestro bebé te quiere mucho.

-Nuestro, Kim Harry Fred Ronald Draco.  – Sonrió animado.







MyungSoo no quiso responder, con una sonrisa forzosa se levantó para terminar sus deberes.




SungYeol, contrario a su pareja, sonreía a más no poder. Claro que no iba a poner aquel nombre a su pequeño hijo; sus amigos le habían dicho lo ridículo que se vería aquel nombre en Corea del Sur, pero no por eso tendría que decirle a MyungSoo su cambio de planes.





Aun con la hermosa sonrisa en labios se levantó del sillón, avanzó unos pasos hacia la cocina y lo sintió. Aquel líquido salir de su interior, sus piernas mojadas. 






-¿MyungSoo? – llamó preocupado, no sabiendo bien que hacer.





Su pareja volvió a aparecer frente a el, lo observo de pies a cabezas viendo un pequeño charco en los pies de su pareja, así como sus pantalones mojados.






-¿Te gano, Yeollie? – La sonrisa de MyungSoo era enorme, pensar que Yeol se hizo en los pantalones le resultaba gracioso. Ya tenía algo con que molestarlo.

-Eish… serás estúpido. – Regaño el mayor. – ¡Es la fuente! ¡SE ROMPIÓ!

-Ah, la fuente… – Repitió, sin entender que era la fuente. – ¿Que significa eso?

¿Hermosa Sorpresa?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora