Steve, ese día optó por usar una chaqueta de cuero café, una sencilla camiseta gris y unos jeans para acudir a la "cita" que le había puesto su admirador secreto.
Evadió con absoluta maestría todas las preguntas de Natasha, Bruce y Clint, y se dirigió al lugar al que había sido citado, pues, odiaria llegar tarde y que su admirador pensará que en verdad no quería darle una oportunidad.
Suspiró. Esto se hacía más difícil a cada rato. Natasha se había empezado a hacer preguntas y estás aumentaron exponencialmente cuando vio el florero lleno de rosas que descansaba en el escritorio de su habitación.
Ella suponía, en un principio, que estaba cortejando a alguien, cuando vio la caja la primera vez, pero, cuando encontró el florero, las preguntas ahora giraron entorno a su "relación secreta".
De ahí, trato de desviar su atención como pudo, pues se negaba a contarle su más hermoso secreto.
Clint y Bruce, se sumaron luego a su intensa persecución, pero él se negaba a soltar cualquier cosa. Había logrado esto con maestría los últimos días, pero no sabía cuánto tiempo más su secreto iba a permanecer oculto.
*****
Llegó con cinco minutos de anticipación al lugar pactado, y se deleitó con la vista y con el sitio elegido.
Siempre pasaba por este parque para hacer ejercicio, pero jamás se había tomado el tiempo para apreciar los maravillosos lugares que el sitio era capaz de ofrecerle.
Se sobresaltó cuando una voz le hablo, sacándolo de sus cavilaciones y se giró para ver al repartidor que le extendía un paquete y el respectivo formulario de entrega.
Firmó en el lugar de recibido y tomó la caja, que era considerablemente más grande que las demás.
Una vez solo, se apresuró a abrirla y se maravillo con lo que encontró en su interior.
Adentro, habían siete hermosas rosas amarillas. Con cuidado y reverencia, tomó una de ellas y con su dedo acarició sus pétalos, deleitándose con su suavidad.
Jamás había visto unas rosas tan hermosas cómo estás.
Estaba acostumbrado a la crueldad de la guerra, a la lucha y a la sangre. La época en la que nació no ayudo a mejorar esto. En su infancia, lo único que había visto había Sido la miseria, la pobreza, el hambre y las blancas paredes de los hospitales en los que pasó recluido la mayor parte de su infancia. Ni siquiera en la escuela de arte le habían enseñado que una belleza tal era capaz de existir.
Sintió algo mojado en su rostro, y cuando se llevó una mano al rostro para verificar que era, descubrió que era una lágrima.
Una sonrisa triste se dibujó en su rostro. Todos sus años en el campo de batalla no habían pesado tanto como lo habían hecho ahora. Pero, es que ese sencillo obsequio le había removido cosas que creía que estaban enterradas en el olvido. Recordó a aquel chico pequeño, frágil y enfermo de Brooklyn, que creía que el futuro podía ser un lugar mejor.
Decidido a no amargarse por eso, regreso la flor a su estuche y revisó. Resto del contenido de la caja, encontrando una caja de lápices con puntas de distinto grosor, borrador, sacapuntas, carboncillos y un libro especial para dibujo.
Extrañado por el inusual y particular obsequio de hoy, así como por su elevado costo, rebuscó la respectiva nota.
"Hola, Steve... O debería llamarte amor.
Nada me haría más dichoso, que me permitieras llamarte amor, como tantos años en mis sueños he anhelado llamarte.
No sabes cuan feliz estoy por la oportunidad que me has dado. Juró que haré lo que este a mi alcance para que permanezcas a mi lado, aún cuando te enteres de quién soy en verdad.
Sabes, hay una historia particular sobre el lugar al que te cité. No solo lo hice porque sé que este lugar es conocido y familiar para tí, también porque justo en ese banco sobre el que estás sentado, hace muchos meses atrás, tuve que dejar de mentirme a mi mismo y tuve que admitir lo que sabía desde hace tantos años atrás; que te amo, que te he amado desde siempre y que conocerte no pudo apagar ese amor, solamente lo hiciste crecer como el fuego en una fuerte ventisca, hasta el punto en que se me salió de las manos.
Si, sonará extraño para ti, pero te he amado desde hace mucho tiempo atrás, creo que entenderás un poco las razones, aunque, a diferencia de los demás, yo tuve la oportunidad de conocer a Steve y también de conocer al Capitán.
Probablemente, con esta información, tengas la impresión de saber quién soy, y en verdad, preferiría que no lo sepas todavía, quiero permanecer en la ilusión de que tengo una oportunidad de estar contigo por un poco más de tiempo.
Si no me equivoco, te estarás preguntando en este momento porque te envíe papel y materiales para dibujo y ante de que siquiera lo pienses, no son tan caros como presumes, en tu época probablemente lo eran, pero ahora no. Te sorprenderías con todo lo que ahora se puede encontrar y lo fácil que es hacerlo. Si se diera la oportunidad, me gustaría enseñarte.
La razón por la que te envié esto es porque se que disfrutas las visitas y ese lugar en específico tiene una vista hermosa de la ciudad.
Sabes algo curioso, en un principio, pensé que eras tan fuerte, que no eras consciente de tu propia fuerza, y que eras de esos tipos rudos que no tenían paciencia para cosas como el arte. Cuando te Vi tomar un lápiz por primera vez, pensé que lo romperías con tu fuerza y que de no ser el caso, plasmarias en el papel algo tan ininteligible, que apenas podría ser comprendido.
Grande fue mi sorpresa al verte manejar el lápiz con una delicadeza y precisión de la que yo mismo carezco. Y cuando terminaste, me quedé asombrado ante lo bien que plasmaste lo que querías expresar.
Más tarde nos enteraríamos que estudiaste arte y que, a pesar de haberte convertido en el súper soldado que eres ahora, aún sigues conservando la capacidad de ser cuidadoso y delicado a la hora de dibujar.
Ese pequeño detalle, me hizo enamorarme más de ti. También me reveló algo importante acerca de ti y es que, no importa como te veas por fuera, en el interior, sigues siendo el mismo chico de Brooklyn de carácter fuerte, con esperanzas de un mundo mejor, con anhelos de paz y de gran corazón.
Y, siendo atrevido, y con temor a equivocarme en esto último, también comprendí que a pesar de ser alguien sumamente fuerte y duro por fuera, eres blando por dentro y que buscas a alguien que sea capaz de respetar y apreciar al hombre duro del exterior, pero, que también tenga la capacidad de amar y cuidar al niño que llevas adentro, ese chico que resultó lastimado a lo largo de estos duros años y que todavía se esconde porque le tiene miedo a lo que pueda encontrar afuera.
Creo que he divagado demasiado...
El punto es, que espero que disfrutes de tu estadía en el parque y te agradezco por todo lo que hiciste por mí y aún no sabes, también por darme una oportunidad.
Te amo y espero que disfrutes de este pequeño detalle."
Steve bajo la carta con el corazón latiendo apresurado y con algunas lágrimas que se escaparon de ojos, producto de la emoción.
Esto era, en una palabra y quedándose corto, hermoso.
Nunca había encontrado a alguien que pudiese notar detalles de él y señalarlos con tanta precisión como este hombre. Nadie, ni siquiera Peggy fue capaz de notarlo, pero este hombre, este hombre fue capaz de hacerlo.
Una sonrisa se dibujó en sus labios y adivinando las intenciones del hombre, se dijo que esperaría pacientemente el día que revelará su identidad. Aunque las ansias por saber quién era lo consumían por dentro.
Si de algo podía estar seguro, es que este hombre se estaba ganando un espacio en su corazón a pulsó.
ESTÁS LEYENDO
Admirador Secreto
Fiksi PenggemarEspecial de San Valentín. ¡Feliz día a todos ustedes! Steve empieza a recibir pequeños presentes de un admirador secreto, quien decidió que la mejor forma de llamar su atención y obtener una oportunidad con él, era a través de cortejo. ¿Quien será e...