VII

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El sol comenzaba a salir, la helada mañana indicaba que el invierno se había instalado en la ciudad, el sol lograba aportar la luminosidad suficiente, pero no brindaba suficiente calor ya que la temperatura no superaba los 5°C. La pasada tormenta aun mantenía los prados en tonos blanquecino y no era seguro salir de casa sin antes asegurarse de llevar un buen abrigo y de seguro guantes y bufanda.

Thor y Loki se habían retirado durante la noche al cobertizo acondicionado como una pequeña, pero lujosa, cabaña. Esta vez no habría luna de miel excéntrica, una niña venía en camino y aunque le doliera en el ego al azabache, por primera vez invertiría su dinero en alguien más.

Loki enredó sus piernas con las de Thor, abrazándose de la espalda de su marido. A pesar de su personalidad excéntrica y su alta egolatría ciertas veces se permitía experimentar esos sentimientos que le generaba Thor, ese amor eterno y la sensación de estar en casa. Besó con dulzura la espalda de su marido delineando los músculos del brazo libre de forma delicada con sus finos dedos. Loki cerró los ojos dispuesto a seguir descansando, pronto llegarían las noches de vela por lo que disfrutaría de unas horas más de sueño.

Las asistentes de la fiesta se encontraban regados por las diversas habitaciones que poseía la casa Charles y la gran mayoría se mantenía plácidamente durmiendo.

En una de las habitaciones en particular un pelirrojo despertó enredado en los musculosos brazos de alguien que había conocido la noche anterior, él no era la clase de persona que iba por la vida acostándose con cualquiera, pero estaba vez una sensación en su pecho indicaba que era diferente. Volvió a acomodarse para volver a dormir, prolongaría ese momento cuanto más pudiera y si era posible lo haría para toda la vida. Sin saberlo, en la habitación contigua Wade y Peter sellaban con un beso la promesa de unir sus vidas una vez que Peter terminará sus estudios si ningún inconveniente se les ponía en medio. Wade se estaba estableciendo en su carrera militar por lo que tarde o temprano terminaría por ganar el respeto y/o cariño de uno de sus suegros.

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Charles se quitó los zapatos agotado, le dolía todo gracias a haber bailado sin parar casi toda la noche. Erik le sonrió desde el otro extremo del salón, algo en su cara indicaba orgullo. Y así era, el cobrizo realmente se sentía afortunado de poder volver a compartir su vida con Charles, todo era distinto desde muchos puntos de vista, pero entre ellos era como si aquellos diez años no hubiesen pasado.

Erik caminó con galantería hacía Charles, haciendo caras cual modelo de alta costura, el castaño rio deleitándose con aquella parte de Erik que pocos conocían. Una vez junto a Charles acercó una silla para quedar enfrente de él.

— Podríamos reutilizar esto y casarnos ahora —habló a Charles calmado. — Ahorraríamos dinero, además la gran parte nuestros amigos está aquí ¿qué dices?

Charles quedó perplejo ¿realmente estaba hablando en serio? ¿una boda exprés? Es decir, ni siquiera habían dormido.

— Yo había pensado en algo más íntimo —Erik lo observó frunciendo el ceño. — Ya sabes nosotros y nuestros niños.

Erik lo miró de mala gana, sabía que eso no era opción válida. — ¿Crees que tus amigos te perdonarían si te atreves a casarte otra vez a escondidas? —Charles abrió los ojos, se había olvidado por completo que esta sería su segunda boda. Erik tenía razón, si volvía a casarse a escondidas sus amigos no lo perdonarían por segunda vez.

— No sé tú, pero yo no quiero ser odiado, menos por Loki —Erik tragó algo de saliva. —Si te soy sincero a veces me da miedo —Charles rio a carcajadas, sabía que lo que su futuro marido le estaba confesando era una verdad absoluta. Loki tenía un temperamento difícil, pero sólo era cosa de costumbre.

Reunión de estudiantes [CHERIK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora