CAPITULO 4

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Jungkook suspiro por...

Ya había perdido la cuenta de cuantas veces lo hizo.

Pero ese no era el detalle importante.

Su hermana seguía dormida, y su padre ya estaba hablando entonces en el primer piso, haciendo el discurso previo para presentar a Jimin. Jungkook sabía que tenía que hacerlo. Tenía que despertar a su hermana, y bajar con ella para que pudiera conocer al nuevo esposo de su padre.

Joder.

Pero simplemente no era tan fácil.

Jungkook la había cagado.

Cuando le contó a Hye sobre Jimin, le dijo todo lo que el chico le había hecho, y todo lo que habían vivido, lo bueno y lo malo. Le había descrito a su hermana la apariencia de Jimin, como lucía físicamente.

Mierda, ahora que lo recordaba, incluso le había mostrado una foto de Jimin.

Llevarla abajo, a que conociera a el nuevo hombre de la familia, solo causaría un desastre. Hye no lo aceptaría. Ni aunque Jungkook se lo dijera. La niña había visto como su hermano lloraba por ese chico de cabello rubio, tantas veces. Había visto su sufrimiento, y el dolor por su abandono.

Y Jeon lo sabía.

Ella quería matar muy, muy lentamente, a Jimin.

Por todo el daño que el hombre le había hecho a su hermano mayor.

Diablos.

Pero no tenía otra opción.

Su padre ya estaba terminando con su discurso, y en pocos minutos, quien sabe si segundos, estaría presentando a Jimin, ante todos los amigos y familia.

Y, sin excusa alguna, los dos hijos de Jeon Youngjae tenían que estar presentes.

Así que, tenía que hacerlo.

- Hye. -susurro Jungkook, mientras la sacudía suavemente para despertarla. - Hye. Vamos, pequeña. Tenemos que ir abajo. -volvio a decir.

Esta vez, su hermana hizo un pequeño ruidito de incomodidad, antes de suspirar pesadamente y voltearse para ver a Jungkook.

- ¿Papá ya va a hacer su anuncio especial? -pregunto su hermana. Jungkook le sonrió genuinamente, asintiendo al mismo tiempo, lentamente.

Como si eso retrasará lo inevitable.

Sin decir nada, Hye se sentó en su cama, y tomó la mano de su hermano, diciéndole indirectamente que la condujera hacia donde estaba su padre.

Tragando el nudo en su garganta, Jungkook sacó a su hermana de la habitación, comenzando a encaminarse por el pasillo que los llevaría a ambos al primer piso.

Donde se encontraban sus familiares.

Los amigos más cercanos de la familia.

Su padre.

Y el ex.

O bueno, el ex de Jungkook.

Y el castaño tenía que calmarse, joder, él ya no era más el chiquillo marioneta que Jimin manejaba a su antojo. Tenía treinta y dos, por la mismísima mierda. Era un jodido adulto.

Estaría condenado a cortarse las bolas a sí mismo antes de admitir que estaba nervioso. Nervioso por una sola persona. Sin embargo, las razones eran contrarias a lo que alguna vez podría haber sido si es que todavía estuviera junto a él.

Pero no.

Era un desperdicio de tiempo aferrarse a los recuerdos. Enamorarse de ellos como si fueran un futuro, o si quiere una realidad. El podría haber sido no existía. No era real. Era como estar soñando.

The Power Of The Future [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora