•CAPÍTULO III•

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-Noah-

Me despierto, y miro el reloj... las 7.
Todavía no sé como demonios hago para despertarme justo a una buena hora sin alarma.
Escribo un mensaje al grupo de mis amigas, el grupo mas muerto de la historia- ¡Despiertennn, BUENOS DÍAS PEQUEÑOS EXTINTORES!- No sé porque las llamo así pero cada día lo hago de una forma diferente.

Como tengo tiempo, me pongo a elegir la ropa con detenimiento, abro y cierro el armario 4 veces y miro la ropa fijamente- Vamos Noah, intenta no volver a vestirte de negro como llevas haciendo los últimos 7 años -me digo a mi misma.
El haberme emancipado hace 1 año hace las cosas fáciles hasta que llega la hora de elgir la ropa.
Al final acabo eligiendo unos vaqueros shorts azules mas rotos que mi futuro en Matemáticas y una camisa ancha negra. Para no morir de frío elijo uno de mis cientos de sudaderas y elijo una gris de converse 3 tallas mayor que la mía, las mismas zapatillas de todos los día y me peino en 5 seg con un movimiento de mano.

Me miro al espejo de mi armario y no puedo evitar suspirar- ¿Algún día seré capáz de ponerme algo que no sea negro, gris o azúl?...- Probablemente no.
Apago la luz y la enciendo 4 veces, bajo las escaleras con pereza hasta la cocina, desayuno cereales y un par de galletas.
Cojo mi mochila, hecha previamente a noche con todos los cuadernos de las asignaturas de hoy, las llaves de casa y antes de salir me vuelvo hacia el espejo del recibidor.

Soy morena, es uno de los privilegios de vivir a pie de playa. Este apartamento fué un regalo de mi abuela. Aunque esté a tomar por culo de mi instituto tiene unas vistas increíbles y siempre hace sol.
Soy alta, flaca, y no tengo muchos atributos, pero suelo destacar, tengo el pelo corto como un chico lo que hace que la gente se detenga a mirarme como si quisieran adivinar si soy chica o chico, la cual realmente no tiene respuesta dado que soy género fluido... unos días me siento mujer, otros días me siento hombre e incluso otros no me siento ninguno. Mis ojos son de un color estandar, color marrón de toda la vida, una nariz un poco grande si me miras de perfil, labios pequeños pero gruesos, cejas increíblemente pobladas pero muy bien definidas, y unas pestañas largas. Por eso no me suelo maquillar, creo que realmente no lo necesito. A pesar de que no soy gran cosa siempre me sentiré una jodida diva, con más autoestima que Beyoncé.

Salgo, cierro la puerta 4 veces como siempre (gracias TOC por hacerme compañía) y cojo el bus.
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Llego al instituto con tiempo de sobra y sé que todas mis amigas estarán en su cama ahora mismo a pesar de que viven a 10 pasos.
Me pongo de espaldas a la puerta de entrada y pasados 30 min me giro un poco para asegurarme de que no hay nadie, y de repente veo a Emma.
-¡EMMA!- grito, y salgo corriendo para abrazarla.
-¡NOAH!- ella me responde.
En el verano me fui de viaje y perdimos contacto, y aún así va a seguir siendo mi mejor amiga desde que llegó al insituto.

Después de intentar averiguar donde estaban las demás, y hacer un par de bromas sobre nuestro aspecto físico nos fuimos a clase.

Tocaba Mates, con nuestra querida profesora Leslie, que te puede explicar mal hasta algo tan insignificante como 2+2 es 4.
Estaba ensimismada mirando a la nada, pensando en nada realmente- ¡Auking!- gritó, llamándome por mi apellido, como si estuviera a 14 km de mi- ¡Después te quejas de que no entiendes las cosas! ¡NORMAL SI NO ATIENDES!- o también porque no sabes explicar, pensé- Vale profe, lo que tu digas. Pero que sepas que como vuelvas a saltarte otra letra del abecedario en los apartados del ejercicio tendré que llamar a Fátima- nuestra profesora de Lengua. Todos rieron y Leslie parecía que me iba a cortar el cuello con la mirada- ¡SE ACABÓ! ¡SEÑORITA AUKING AL DESPACHO DEL DIRECTOR!
¡Bien! Era eso lo que quería conseguir. Tan solo para poder encontrarme a la secretaría del director y que me dijera que me tenía que ir a casa, pero como sé que a ella le gusta que esté por aquí no le dirá nada al director.
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En el recreo hablamos de lo típico de todo los días.
Les hablo de mi crush, la secretaria del director que perdón que lo diga, pero esa mujer tiene una anatomía que puedes alucinar.
Después pasa el día como todos, examenes, risas, fotos a traición (que después se convertirán en stickers)...

Hasta que llego a mi casa, y nada más abrir la puerta, se me caen las llaves de la mano y me quedo paralizada...
El cuerpo de Rebecca Stones, una de mis mejores amigas, yacia sobre el suelo de mi recibidor, rodeada de sangre y con una nota bajo su mano izquierda...
"Se lo buscó"
No entendía nada, se me salían las lágrimas del horror, Rebecca a penas hablaba con nadie, y cuando hablaba nunca decia nada importante. Rápidamente llamé a la policía y me guardé la nota en el bolsillo trasero.
Cuando llegó la policía me limité a decir la verdad, evitando nombrar la nota. Cuando se fueron con el cadaver de mi mejor amiga me dejaron bien claro que yo era principal sospechosa y me tendrían que interrogar... Aún no entiendo que ser humano podría pensar que Rebecca era alguien horrible y merecía la muerte. Llamé a Emma con el permiso de un agente, pues todavía estaban en busca de huellas, o un arma, y notificando la muerte de Rebecca a sus padres.

By: TYR

Falling Angels.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora