Archie se quitó su capa rasgada de guerrero y con ello cubrió al chico.
-¡Ruru!- El chico decía con mucha emoción sujetándose la capa y teniendo sus dientes de leche mayormente contra su grueso labio.
Archie no pudo evitar sonreír un poco.
Lo llevó a comer.
Lo llevó a su casa.
Al abrir la puerta, el niño vio las cortinas en la ventana.
Y se brinco a ellas a rasguñarlas. Archie gritó con terror y lo jaló desde atrás para que parará.
Estuvieron así un buen rato hasta que al fin Archie lo separó y cansado se acostó en el mueble bajo las cortinas sujetando a Jughead quién silenciosamente chilló, mirando las cortinas pero estando acostado de lado.
Al siguiente día, Archie despertó viendo las cortinas rasgadas.
Fue a su cuarto a regañar al chico pero se sorprendió al ver al chico ya en el barril con agua caliente y con una cola de pez.
En su forma humana, la cola salía del mismo tamaño: grande como su cuerpo.
El chico miró a Archie con una sonrisa. Este no pudo evitar sonreír también.
Cruzando las calles, Archie miró la verja a su lado notando cómo en las picas habían cabezas de lobos.
Archie cubrió a Jughead entero con su capa.
-¿Huh?- Jughead tiernamente pregunta, confundido pero Archie los camina lo más rápido que puede.
Al tercer día, lo lleva a una iglesia católica formada por los mismos vampiros. Él habla con ellos y les dice que le enseñen mucho.
Jughead sonríe simpático e inocente.
Mientras tanto que él se queda en ese castillo católico, Archie se dirige a un bar.
-Hola.- Archie dice al llegar hacia la rubia con armadura sentada en una mesa con su cabello suelto y mojado.
-Hola.- Ella también responde pero aunque trata de sonreír parece demasiado nerviosa, incluso al tomar de su vaso.
-¿Estás bien? Incluso después de lo de... ¿Veroni--?
-No la menciones por favor. Tengo miedo de que su fantasma podría aparecer.
Archie dice en un tono burlón.
-Increíble, eres el único vampiro al que con tan sólo un sorbo ya se emborracha.
-No me emborracho.
-Mjm.
-Me vuelvo más perra, cariño.
El sonríe y con una guiña y vuelve a beber de su vaso.
Betty sonríe con sus labios. Orgullosa de su mejor amigo.
-Oye, pero escucha... No sé porqué siento que te debo decir esto pero. Los que tengan hombres lobo escondidos, serán aniquilados. Al igual que sus lobos.
Archie la miró serio por un momento. Sus labios al borde de su vaso.
Betty incluso se incómodo ante la penetrante mirada de Archie.
Archie escupió toda su bebida sobre ella al estallar en risas sin sentido alguno.
-¡JAJAJJAJAJAJAJAJJA, YO NO ESCONDÓ HOMBRES LOBO! DE HECHO, QUE ME DEN ESE PUESTO A MÍ, ¡YO SÍ QUIERO MATAR HOMBRES LOBO! JAJAJAJAJAJA
-Yo sí escondo hombres lobo.- Se recordó Archie mismo al llegar a su casa después de recoger al chico y el chico estaba dando vueltas frente a él con sus manos extentas como un ave.
-¡guaaaa, guaaaa!- El chico gritaba.
-¿Eres un ave?- Archie pregunta.
-¡Gua, gua!- El chico le grita con una sonrisa.
-¡Mira, mira!
Archie se levantó a alzar y bajar sus brazos. El chico ríe ante los bailes de pájaro del mayor.
En el cuarto día, Archie fue a buscar al chico en la tarde pero los monjes informaron que se les escapó.
Toda la tarde Archie estuvo gritando a por él. Iba por las calles, gritando: «¡pequeño!».
Fue al río y lo encontró.
Estaba sentado con las rodillas pegadas a su pecho. Mirando el río.
El chico estaba vestido de monje.
-Pequeño.- Archie lo alzo rápidamente pero este tenía mucha fiebre y apenas respondía bien.
-awari...
El pequeño decía.
Archie no sabía lo que se sentía estar enfermo. Toda su vida fue un vampiro. Pero decidió cargarlo y llevarlo a casa y ponerle una toalla fría en la frente.
-No te he puesto un nombre pero siempre me viene a la mente un feo nombre: Jughead.
El chico jadea.
-Bueno, supongo que te pondré así.
Archie dice con una pequeña sonrisa de labios observando a su pequeño caer dormido.
Archie se mantuvo despierto en la oscuridad cambiando la toalla por agua más fría o si no, se quedaba al lado del pequeño leyendo un libro que debió de repetir ya unas mil veces.
~•~
Mientras tanto, Betty Cooper estaba caminando por las calles cuando vio unos guerreros arrastrando cuerpos muerto cerca a una gran fogata.
Betty se escondió detrás de un mástil de una de las casas para asomar su cabeza.
Habían pueblerinos incluso.
-Chicos, hemos sacado de la tierra a los guerreros que dieron su vida por nosotros.- Alentaba Kevin, ahora parado frente a la fogata con una "biblia" diabólica que tenía el número del diablo.
-¡Y los regresaremos!- Kevin gritaba y los pueblerinos lloraban de la emoción. -¡De la muerte!
Kevin gritó.
Betty observó todo con ojos grandes.
*N/A: C prendió💖

ESTÁS LEYENDO
My Favorite• Jarchie
HumorRelata en el que Betty y Veronica sueñan las cosas más románticas con sus novios, pero no saben que en realidad sus novios podrían estar enamorándose.