DECISIONES

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Parte 3: la triqueta.

Ser uno mismo es una palabra fácil, pero ser uno mismo no lo es.

He sido quien soy desde el momento en el que nací, no he cambiado por nadie que no sea yo misma y no hago nada que perjudique mi persona, pero aun así, nada es tan fácil.

Saben lo mejor de todo es que a veces te sientes realmente poderosa, realmente fuerte, superior, como si estuvieras por encima de las personas que solo son igual que todos, pero obviamente quien más alto esta, más bajo cae.

Creo que mi primer error fue ese, pensar que yo era más que los demás solo porque yo era original, porque era distinta, creo que mi segundo error fue dudar de mi misma y estoy segura de que lo que hice en esa fiesta no fue un error, veces las buenas acciones traen repercusiones, pero eso solo significa que para los demás este mal, aunque no sea cierto.

Luego de esa fiesta sabia que debía hacer algo, sabía que debía ir a un lugar y buscar algo a lo que mi último año he temido encontrar, verán cuando uno empieza a perderse en dudas y comentarios normalmente busca despejar la mente con su lugar favorito, mi lugar favorito no hace más que darme más dudas que preferí, todo este año evitar.

Y lo peor de todo, lleve a mi lugar favorito a dos chicas mas, a la mariposa, como solía llamarla, y a la colibrí, pero sus apodos son historias para otro día. Siempre había observado a esas chicas, me parecía que de forma totalmente inigualable destacaban, si bien eran relativamente populares en la escuela, cuando yo las veía no veía a chicas populares, veía no sé, algo mas, como si estuvieran buscando algo todo el tiempo, como quien tiene ese brillo de lujuria y desesperación en la mirada, pero no de una forma triste y penosa, sino de algo más profundo y persona.

Cuando esas dos chicas se fueron de mi lugar favorito con mis mas preciadas posiciones en las manos realmente pensé que estaba loca, o en un sueño, todo parecía bizarro y borroso como en las escenas finales de las películas de amor, pero extrañamente sentía que era lo correcto.

Luego de eso tuve que enfrentarme a mi mayor temor a la cuestión que había evitando un año entero, y ahora, frente a esta no sabía cómo había logrado tal hazaña.

Me senté en mi viejo sillón de cuero curtido, me quieté los zapatos de tacón negro, que era más pesados que un ladrillo, me solté y despeine el cabello todo sudado y húmedo de la fiesta y lo tome entre mis manos. Tome la cuestión entre mis manos. Tome el libro que había estado evitando un año entero.

Lo leí tan rápido, o en lo que a mí me pareció rápido, es como si cada respiración fuera una hoja, una palabra, era como si yo respirara ese libro, al final de las paginas no podía evitar tocarlas y sentirlas con mis dedos, como si estuviera abrazando a una vieja amiga, ya acabando la historia sentí las lagrimas bajar por mis ojos, sentí las comisuras de mi boca estirarse en una sonrisa y sentí que el libro atravesaba mi alma. Pero era distinto, era como si yo no controlara lo que sucedía, sino que simplemente sucedía de forma totalmente inexplicable.

Por dios, como había extrañado ese libro, lo había extrañado tanto, haba entrañado sus preguntas, sus palabras, sus personajes y su historias, sus páginas, su textura, su olor, simplemente lo había extrañado a él.

Pero como luego de cada lectura, había algo que yo no podía quitar de mi mente, algo que se me haba grabando en la cabeza, algo que había resonado en mis sentido, y eso eran palabras.

"solo es feliz el que es libre, y solo es libre el que es lo que debe ser"

"ama tu caos, habla sobre lo que te hace diferente, lo que la gente no entiende de ti o lo que desea que cambies"

Mi mundo azul, ama tu caos de Albert espinosa.

Esas habían sido las palabras que en el pasado me hubieran descripto, yo hubiera podido decirte que era feliz porque era quine debía ser, yo podía haber dicho que amaba mi caos porque así era, pero ya no era así, y no tenía idea de como repáralo, asique hice algo que no me había permitido hacer en años y que ya había hecho sin darle meritos.

Llorar.

Salí afuera y corrí, corrí llorando, pensando, y reviviendo cada palabra leída, preguntándome cuando deje de creer en mí misma, cuando me abandoné, cuando me traicione escuchando a los demás, cuando deje de amar mi caos, corrí, llore, y corrí y llore aun más fuerte, gritando silenciosamente preguntas, preguntas y más preguntas en mi cabeza, hasta que me detuve.

Mi pecho me ardía, mi corazón parecía una Ferrari, mi cabello se pegaba a mi cuerpo como pegamento y me costaba abrir los ojos, sentía la cara hinchada. Entonces sin mirar alrededor, solo me tire al piso, y mire al cielo, note césped debajo de mi, el aire estaba fresco y pude ver las estrellas más hermosas de mi vida, estaba en el bosque, no sé en qué parte, pero ahí estaba, y todo era hermoso, y me encantaba. Amaba el bosque, siempre lo había hecho.

Mi pecho subía y bajaba aceleradamente, mi cara aun seguía hinchada, pero el aire fresco, el sonido del viento y la hermosa luz de las estrellas me ayudo a calmarme, y a pensar, al principio pensar en cosas como en la maldita fiesta a la que asistí, lo que paso, lo que vi, lo que me hicieron y obviamente lo que yo hice, pensar también en min lugar favorito en como lo había extrañado, en mi hermoso, cómodo y viejo sillón que era como estar en una nube, pensé también en esas chicas, que era la primera vez en mi vida que habla con ellas que parecían buenas chicas pero muy perdidas, esperaba que donde sea que estén mi objetos mas preciados, mis libros, les haya servido y las haya podido guíar a donde ellas deban ir, pensé también en el libro que yo leí, ese hermoso , maravilloso y profundo libro que había evitado por un año, pensé en la primera vez que lo leí, unos 3 años atrás, pensé en su mensaje, en sus palabras, en su portada y pensé en todas las veces que al igual que hoy lo leí , o lo respire en mi sillón que parece nube.

Luego de pensar todas esas cosas vánales o del pasado, pensé en el presente, en lo ocurrido en cómo se sentía, en cómo había sido, en lo que me habían dicho, y en lo que había leído, o mejor dicho recordado.






Y entonces desperté...






Me di cuenta de algo muy grande, de algo inusual, de algo que no me había preguntado antes, de la pregunta que lo resolvía todo

¿Ya no amaba mi caos, ya no sabes quién era?

Lo pensé realmente bien, cerré los ojos y busque todo mi caos, me busque a mí, cada actitud, cada reacción, cada olor, cada sonido, cada sentimiento, cada acción, todas esas pequeñas cosas ,me hacían ser quien soy, y hacían ser a mi caos, y en ese desorden de pensamientos me di cuenta de algo. Yo no estaba perdida, estaba justo ahí, yo siempre había estado ahí, yo no me odiaba, ni había olvidado quien era, solo me había desconectado, me había olvidado de que yo no era superior a nadie, ni que era menos que nadie, ni nada, solo había olvidado que yo no era lo que los demás pensaban o querían, había olvidado lo que era ser feliz de verdad, lo que era ser libre, porque yo había olvidado que quien era yo realmente era, es y será siempre la imperfectamente perfecta unión de esas pequeñas cosas, de esas actitudes, acciones, sentimientos, olores, reacciones, gustos, desagrados, risas y juegos, todo eso y más, yo, yo era todo eso y mucho, mucho más

Porque todos somos eso, la perfectamente imperfecta unión de las pequeñas cosas que hacemos, decimos, sentimos, oímos, reímos, de esas manías, hábitos, gustos o desagrados, todo eso hacia ser a acá persona quien era realmente, y sobre todo nos hacía a todos diferentes, especiales y originales.

Me quede toda la noche así, en el bosque simplemente contemplando el cielo y recordando mi caos, reconectándome conmigo y repasando la hermosa historia de mi peor miedo, hasta que comencé a ver los primeros rayos del sol, el cielo era una obra de arte y yo estaba hecha un asco total, pero no me importaba, yo solo quería quedarme así, siendo yo, siendo mi caos, en el libre e inmenso bosque en un hermoso amanecer de un día distinto al resto.

Punto De EncuentroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora