-Tranquila Min Gi, eres valiente, podrás superarlo-me decía a mi misma mientras veía por la ventanilla del ruidoso avión en el que iba.
Mientras más se alejaba de su hogar, más estaba segura de los secretos que debía dejar..Solo es un viaje de reenc...
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-¡Agh! Ya deja de irritar, Tae- Exclamó molesto el pequeño rubio ceniza hacia el otro chico que yacía sentado a su derecha.
-Tae, no deberías molestar a Suga. Compórtate como un adulto, por favor- Expresó serio el mayor mirando por el retrovisor.
JungKook pudo observar de reojo como Tae, que se encontraba sentado a su izquierda, hacía un puchero como si fuera un niño de cinco años y se dejaba caer vagamente para que notaran su enfado de manera melodramática.
RM lanzó un suspiro que igualaba la dramatización del ofendido.
-Entiendo que todos estén nerviosos, sé que la impulsiva decisión de nuestro mánager en retirarse por un lapso indefinido de tiempo nos ha dejado a todos muy atónitos, pero ya encontraremos una solución, prometo que encontraremos a Min Gi...-
Nam nos dijo eso para tranquilizarnos, pero todos podían notar su cara, obviamente hasta a él le aterraba la idea de dejar de hacer música; pero todo lo controlaba tan bien...sin duda es una increíble persona y un magnífico líder.
-Todo por culpa de este idiota...-Refunfuñó en voz baja-pero audible- Suga mientras le tiraba miradas acusativas a V.
Nadie dijo nada, porque todos sabíamos que era verdad.
El pequeño (Aunque era mayor que él, su mentalidad no decía lo mismo) no había parado de volver loco al pobre mánager, admito que tenía razones bien justificadas para renunciar...
Aunque había dejado una nota que decía que volvería y que busquemos a alguien llamado Min Gi para reemplazarlo en su tiempo de ausencia...realmente nadie pensaba que volvería.
Sabíamos que Tae no tenía idea de lo que había causado su personalidad, por lo tanto; era mejor decirle que nuestro mánager tenía alguna enfermedad o debía irse de país por cuestiones familiares.
JungKook solo se resignó a seguir mirando en silencio por la ventana.
Su mente estaba preparándose para mirar a los-no muchos- fans a la cara y decirles: "No habrá música de nuestra parte hasta que el problema sea resuelto".
Odiaba eso, le parecía repugnante y tan tormentoso no poder hacer lo que amaba...
Sus pensamientos se detuvieron cuando el bullicioso sonido de un avión en descenso se hacía presente.
Por un momento le pareció maravillosa la idea de volar por los cielos como aquél artefacto.
Lo que no sabía JungKook es que dentro de ese avión se hallaba la solución que necesitaban.
