Capítulo dos:
18 de marzo, 2015.
Como era de esperarse mi madre no me dejaría vivir con hombre, por bueno que sea Jeremy seguirá siendo un hombre. Al menos ella me explicó que no accedió a que yo me mudara con mi papá, solo me deja la opción, si quería podía ir y sino pues me podía quedar, cosa que realmente me alivió.
- Mami me voy, pasa lindo día.- me despido dándole un beso en la mejilla para irme a la escuela.
*****
- ¡Hola!- me saluda una voz que desconozco desde atrás. Me giro y me encuentro con una chica rubia, con unos ojos de azul avellana y un cuerpo maldito.
- Hola.- respondo algo dudosa.
- Disculpa, sé que no me conoces. Primero mi nombre es Aria.- sonríe radiantemente.- Y segundo necesito que me ayudes.
- Entonces Aria ¿en que necesitas de mi ayuda?
- Pues el candado de mi casillero se quedó atorado y necesito guardar estos libros porque no los puedo llevar a la siguiente clase ¿podría dejarlo en el tuyo?- me pide con una mirada de suplicación exagerada, sería una buena actriz en un futuro.
- Claro. Pero ¿por qué a mí?
- Número1: luces confiable. Número2: tu casillero no queda muy lejos del mío. Número3: no se dónde están mi novio y mejor amiga y por si no lo notaste estoy algo desesperada. Y número4: te pareces a mí mejor amiga.
- ¡Wow! Esas son muchas razones.- respondo algo asombrada.- Ven te los guardo y estaré en la clase del maestro Hunter donde me acaban de trasladar por si me necesitas.
- Mejor. Mil gracias, realmente te lo agradezco.- Y de nuevo vuelve esa exageración dramática. Me despido cordialmente y me dirijo al salón que me corresponde.
Por supuesto estoy retrasada porque aparte de que la sexy rubia me detuvo, no encontraba el salón, ya que, en el horario decía un lugar y en realidad era otro muy distinto.
- Buenos días.- saludo nerviosa notando que todos posan su mirada en mi.
- Buenos días, señorita.- me responde el maestro.- Supongo que es la joven que trasladaron de la clase de la maestra McKinley.
- Si maestro Hunter.
- Puedes sentarte al lado de Shaimy.- me señala. Asiento con la cabeza y me instalo en la silla que me indicó.
- ¡Hola!- dice la chica de al lado esbozando una sonrisa. ¿Será que con cada persona que me encuentro hoy tiene que lucir despampanante? Es una chica sencilla, se le nota que no le gusta el maquillaje como a mí, tiene unos ojos negros impresionantes, el pelo negro lacio, tiene un cuerpo con buenas curvas y una sonrisa encantadora que demuestra seguridad seguridad, definitivamente es algo hermoso de ver.
- ¡Hola!- respondo igual de enérgica que ella.
- ¿Eres nueva? ¿Como te llamas? ¿Te gusta la literatura francesa? ¿Te gusta el romanticismo moderno?- pregunta.
- ¡Wow! Son muchas preguntas.- río suavemente al igual que ella.- No soy nueva. Me llamo Elanesse, pero mis conocidos o cercanos me llaman Ela. Si me gusta la literatura francesa. Y no es que sea muy amante al romanticismo en sí.
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Suponer... De eso se trata mi vida.
RomansaEste libro relata el hecho de que la vida no es siempre de colores, pero no siempre podemos tener el pensamiento de que siempre será de color negro. Elena una chica fuerte y muy dependiente de sus padres qué pasa por muchos problemas de salud y de...