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Ya había pasado una semana del incidente con Malfoy. No nos habíamos vuelto a cruzar por los pasillos y en las clases que compartíamos siempre estaba cabizbajo y ausente. ¿Me evitaba? Y sobretodo ¿Me importaba? ¿Y por qué?
Desde que le pegué en el Bosque Prohibido no había de pensar en el. Solo era curiosidad, ¿verdad?. Sus ojos plata no salían de mi mente, mientras que los míos no paraban de buscarle por los pasillos. Hasta había dejado de molestarnos a mis amigos y a mi. Cada vez que veía sus mechones platinados en la mesa de Slytherin mi cabeza se llenaba de preguntás. ¿Por qué lloraba? ¿Le habría pasado algo malo? ¿Por qué fue al bosque prohibido y no a otro sitio? ¿Por qué le dolió tanto mi puñetazo?. Cada vez que lo recordana retorciéndose de dolor en el bosque mi corazón se encogía. Sus gritos se me clavaban en los oídos y no me dejaban concentrarme.
-¿¡ Harry!? ¡Tierra llamando al niño que sobrevivió!
-¿Si?- contesté volviendo a la vida real .
- Parece que estuvieses en las nubes ¿Qué pensabas?- era Ron- ¿En Cho? - me miraba con expresión cómplice.
Cho. No había vuelto a pensar en ella desde el beso de navidad. Para mi sorpresa, no había sentido nada. Ni siquiera me acordaba ya de por qué en el pasado me volvía tan loco.
- No, no. Ya no me gusta.- era verdad
- Ya claro...- el pelirrojo no me creía.
Hermione me miraba. Ella lo sabía. Lo veía en sus ojos. La castaña me interrogaba con la mirada. Sabía a quien miraba, a Malfoy, no le entraba en la cabeza porque pero su expresión demostraba también apoyo. Le indique con un movimiento de cabeza que mantuviese el secreto. Me sonrió. Mi secreto estaría a salvo con ella. Pero...¿qué secreto? ¿Tenía algo que esconder de Draco?
-Oye Harry ¿no tenías castigo con Umbridge- preguntó la chica, salvándome de mis pensamientos- y recuerda, luego tenemos reunión del ED.
Mierda, la cara sapo. Llegaba tarde.
-Adiós, nos vemos luego- me despedí y salí corriendo del gran comedor.

Malfoy...¡TE ODIO!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora