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NamJoon llevaba semanas observando a Tae -tres semanas, para ser exactos- y llegó a la decepcionante conclusión de que Tae no fue especial con él. Tae era coqueto con todos.

NamJoon se maldecía a él y a HoSeok por meterle ideas en la cabeza. A Tae no le atraía, ¡TaeHyung incluso hablaba de sexo con su madre!

-¿Tu crees que nos hace falta cambiar la rutina? -preguntó HyunJoo, madre Kim NamJoon y Park JiMin.

-Totalmente, a veces las relaciones se complican cuando se apaga la llama de la pasión -contestó Tae.

HyunJoo preparaba una taza de café para ella y un té para TaeHyung -sus hijos eran grandes, que se atiendan ellos- y escuchaba atenta las palabras del muchacho.

-Es que no lo sé -HyunJoo se sentó en la mesa con un suspiro y le entregó la taza de té al menor-,digo, cuando era más joven me atrevía a más, pero siento que perdí confianza en mis movimientos.

NamJoon y JiMin gimieron de la misma forma lastimosa y golpearon sus cabezas contra la mesa. Su idea de pasar un domingo en familia -y Tae- no era escuchar a su madre hablando y compartiendo su vida sexual con alguien que podría ser su hijo, ¡adelante de sus hijos!

-Señora, usted es una mujer hermosa, ¡incluso siempre estuvo en el ranking de madres cogibles de nuestros amigos! No debería avergonzarse de ser atrevida.

NamJoon y JiMin se sonrojaron, su madre no debía saber eso y... ellos tampoco.

-¿Y tú podrías darme algunos consejos? -la mujer lucía muy interesada en la charla.

Antes de que Tae pudiera contestar, JiMin cortó toda esa extraña conversación.

-¡Mamá basta! No quiero saber que haces o vas a hacer con papá -gimió-. ¿No piensas en tus pobres hijos?

HyunJoo frunció el ceño- ¿Cómo se creen que hice para qué estén aquí? Ciertamente no los trajo la cigüeña.

Un fuerte rubor cubrió el rostro de ambos hermanos. Mucha información.

En la tarde ellos iban a ver una pelicula y su madre y su esposo irían a pasear. Ambos hermanos no pudieron sacar de sus mentes la idea de que no seria sólo un simple e inocente paseo, pero iban a intentar no pensar demasiado en eso.

Mientras JiMin iba a la tienda por snacks, NamJoon volvió a quedarse solo con TaeHyung.

Sinceramente, NamJoon se sentía incomodo.

-¿Qué pelicula prefiere, hyung? -preguntó TaeHyung, sentado a su lado en el sillón.

-¿No deberíamos esperar a JiMin para decidir?

-Nah, JiMin siempre las escoge solo y no nos consulta.

Mentalmente, NamJoon le dio la razón. Él conocía la manía de su hermano por tomar decisiones sin consultar, como también conocía que esa era la razón principal de las muchas peleas de JiMin y TaeHyung. Ciertamente, ellos no podían dejar de pelear.

-¿Tienes alguna en mente? -preguntó NamJoon.

-¿Terror? Podríamos asustar a JiMin.

NamJoon le dio una sonrisita cómplice.

Fue una mala idea.

JiMin fingía no estar asustado, pero la forma en la que se aferraba a TaeHyung lo delataba. Mientras más JiMin se acercaba al pelirrojo, más empujaba a Tae contra NamJoon y si seguían así, pronto terminarían aplastando a NamJoon contra el borde del sillón. La cercanía de Tae no ayudaba a NamJoon en nada.

En la película, los protagonista estaban en una escena de suspenso. NamJoon formuló dos posibles opciones: o el ente demoníaco aparecía de golpe o el suspenso sería para nada.

Mientras la tensión crecía, TaeHyung pasó un brazo por detrás de sus hombros y le dio dos toquecitos en el cuello que lo hizo saltar en su lugar.

Giró su rostro y se encontró con la sonrisa pícara de Tae.

Esperó sólo siete segundos antes de que Tae diera con el momento justo para asustar a JiMin. En el momento exacto en que el demonio apareció, la mano de Tae agarró a JiMin por la espalda haciendolo gritar. JiMin lo insultó un poco y Tae rió.

El resto de la película, TaeHyung no alejó el brazo de los hombros de NamJoon.

Eran la una y media de la mañana y NamJoon sintió la urgencia de orinar. Se levanto somnoliento y caminó descalzo hasta el baño.

Para su sorpresa, el baño estaba ocupado.

NamJoon lo único que quería en ese momento era orinar y volver a la cama, debía levantarse en cuatro horas para ir a trabajar y cada minuto de sueño contaba.

NamJoon escuchó la llave de la canilla siendo abierta y luego cerrada. Luego, la puerta se abrió. La luz brillante del baño dejó encandilado a NamJoon unos segundos, pero cuando su vista se aclaró, vio a TaeHyung parado justo en frente de él.

Kim TaeHyung, con el pelo revuelto, ojos somnolientos, rostro pálido e hinchado y el pijama desarreglado. Incluso así, NamJoon pensó que seguía siendo precioso.

-Hola -susurró Tae, con la voz ronca y apagada.

NamJoon intentó sonreirle en respuesta, pero el beso en la mejilla que le dio Tae lo descolocó.

Antes de que NamJoon pudiera reaccionar, Tae estaba volviendo a la habitación de JiMin, arrastrando los pies y frotándose un ojo con el puño.

Y a NamJoon se le había ido todo rastro de sueño.

Oh, pretty baby -VMon/NamTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora