.Narra Sanji.
La noche había llegado ya, el calor no se quería ir de este lugar, la luz a un no llega y mi estrés me esta invadiendo el cuerpo. Mi profesor llamado Zoro andaba en el baño, disfrutando del agua fría que la regadera desprendía, tiene mucha suerte y yo no. Aquí en esta casa sólo habitaba un baño.
La camisa de tirantes que traía puesta ya andaba en el sucio suelo caliente de la casa, me daban ganas de acostarme desnudo, pero en sólo saber que no estoy en mi hogar hace que se me quiten las ganas. Beauty no aparecía desde hace rato y no nos preocupabamos para nada ya que las puertas estan cerradas y completamente aseguradas; la casa era alumbrada por las velas que tenía el maestro, alparecer nunca penso en que los volvería a utilizar por lo visto, ya que estaban realmente guardadas en un cajón escondido y con un polvo impresionante que hacía que la nariz comenzará a picar.
-Necesito agua- dije para mí mismo, no quería bajar al primer piso por la oscuridad que invadía allí; bueno digamos que no tanto, dos velas estaban en la cocina y sala pero era la misma cosa.
Tomé valor y comencé a bajar las escaleras lentamente cuidando en que no me tropezara y la vela que traía en mi mano no se cayera aún lado o encima mío.
Llegué con un suspiro y una media sonrisa, fui directo a tomar un vaso de agua para que me la tragara rápidamente por haber sentido en mis pies algo peludo, quise gritar del susto pero preferí pasarlo ya que me di cuenta que era la mugrosa mascota de mi maestro.-Tienes suerte en que no reaccionará violentamente, maldita sea... Me asuste tanto que ahora me duele el pecho- me quedé unos segundos en la cocina para que pudiera regularizar mi respiración, no veía casi nada y eso no me gustaba...cualquier insecto podría salir por la luz que la vela desprendía.
Salí de allí con el corazón a mil de rebote porque cuando llegue otra vez a la sala vi claramente como había una figura cerca de la televisión de esta casa, me tenía que relajar, tenía que respirar correctamente o el fuego de la vela se iba a pagar. Sentí como en mi espalda daba un escalofrío horrible y fue donde comencé a subir las escalera con miedo, quería ir rápido pero está puerqueza de vela me lo impedía.
Llegue al cuarto nuevamente y dejaba aún lado la vela para que el miedo se me quitara, estaba sudando a un más y me siento asqueado por estar completamente bañado. Iba a agarrar mi camisa para poder secarme, pero brinque de miedo al escuchar a mi maestro hablar.
-Hey Sanji-.
-¡¿QUÉ?!- me voy a morir de un infarto si sigo con mis miedos.
-¿Estás bien?- claro que estoy bien maldito zopenco, solo me asuste con tu cara apestosa y sexy que te traes, simio estúpido.
-Sí...perdón por contestarle de esa manera...-.
-No importa- dijo con una sonrisa en su rostro, se podía ver perfectamente que le encantaba mis caras que ponía cuando estoy avergonzado, sorprendido o con un estúpido miedo como ahorita me cargo.
-¿Qué necesitaba profesor?-.
-Primero que nada, ya no me digas profesor... Estamos en mi casa, un lugar que prácticamente es calmado y puedes sentirte como tu propio hogar, llamame Zoro por favor, en estos momentos no estamos en la escuela- no le puse tanta atención a lo que decía, me estaba sofocando con lo caliente que mi cuerpo tenía. Ya no podía más, sentía que me iba a desmayar -Ven, vamos al baño... El agua está fría y te sentirás más relajado, no importa si tus dedos se ponen como viejito... Solamente no quiero que pases esta noche con calor-.
Termino de hablar para que yo rápidamente me vaya al baño haciendo a un lado al mugroso, obtuve una carcajada de él y yo no pude evitar reír un poco...en serio...estos días me los estoy pasando de maravilla a lado de Zoro y en sólo pensar que cuando las vacaciones terminen... Nos separaremos nuevamente y ya no será lo mismo.
-Sabe... Nunca pensé en que lo conocería de esta manera, usted no es un viejo amargado como lo había pensado desde el primer día que entró al aula de clases-.
-¿Por qué dices éso?- cerró la puerta del baño para que se pusiera en frente mío, podía ver perfectamente sus músculos bien definidos por la luz amarilla, las gotas de agua que tenía en su cuerpo combinaban perfectamente en su tono de piel; quise morder mi labio inferior pero se daría cuenta del acto que hice y podría ser capaz de burlarse de mí.
-Por qué...- no sabía que decir, estaba realmente idiotizado por mis pensamientos. No articule ninguna palabra para poder dar la vuelta y salir del baño.
-Espera- me agarro del brazo para que me diera la vuelta rápidamente y lo mirará fijo a los ojos, su respiración calmada se juntaba con la mía. Quiero besarlo joder -Quítate el short-.
-¡¿Qué?!- me altere demaciado en escuchar eso, no estaba preparado, a un no.
-Quítate lo y métete a la regadera, créeme...vas a sentir que estas en la gloria-.
...
Estábamos los dos metidos sin camiseta y sin short, el bóxer era la única prenda que traíamos puesto. Puedo decir que doy gracias en que no haya traído ninguno de los que están rotos, porque de igual manera...estuviera en la vergüenza total.
El agua fría nos cubría a los dos, sentía la relajación cuando esta tiene contacto con mi cuerpo y como este se siente tan satisfecho que no tengo la estúpida picazón que siempre me indicaba en que debería de salir.
-No te duermas- lo dijo en seco haciendo que me despertara un poco de golpe, quería dormir, quería estar en la cama, quería estar en mi propia casa.
-Quiero que vuelva la luz- él se rió por lo que dije, ya no quería volver a sudar como cerdo -Aún que sea, que el calor se quite y vuelva otra vez lo fresco. Ya no soporto esto, mi estrés se está elevando y el doctor me dijo que es malo para mi cuerpo-.
-¿Y eso? Jamás haz dicho que ibas al doctor, ¿cuál es la reacción que tiene tu cuerpo? - preguntó con interés para que sonriera.
-Dolor estomacal, cambio de mis estados de ánimos, ansiedad, problemas de reconciliar el sueño y muchas cosas más. Me dijo que era capaz que me volviera a un más amargado de lo que ya estoy y que mis ataques de ira serían más frecuentes...en esto debo de tener demasiado cuidado ya que puedo herir o afectar a cualquier persona-.
-¿Pero...cuando comenzaste a venir a dormir en mi casa y pasaras la mayor parte de tu tiempo soportando me, no te ha pasado eso? O bueno, por lo menos yo no lo he vito-.
-Simplemente...los he podido controlar pero creo que si sigo así no seré capaz y podre cometer una estupidez- calle para que alzará mi cabeza donde recibía las pequeñas gotas de agua.
-No te preocupes, yo se como solucionar eso-.
-¿En serio? ¿Cómo lo harás?- pregunté sin siquiera verle a la cara.
-Ya lo verás Sanji...ya lo veras-no pude evitar sonreír nuevamente, estaba curioso por lo que haría.
<<Estoy más que seguro en que cometerá una estupidez, este Marimo imbécil>>.
Continuará.
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Viviendo con mi profesor
FanfictionImaginate estar con el profesor que mas odias, pones todo tú empeño para sacar buenas notas en esa materia pero por obras del destinó repreubas y te vas a extraodinario, viendo como tú familia va a vacacionar sin ti dejando la casa complamente sola...