¿Que hare sin ti? Ahri x Wukong

Demostracion de wukong

Hummmmmmmm... Hu hu... Hummmmmm-. Concentración... co... co.... concentración -hummmmmm-. Concentraciiiiiion ¿piernas cruzadas? Listo ¿manos entrelazadas encima de mi regazo? Listo.

Tenía la sensación de que me faltaba algo muy importante... no sé por qué sea importante, no lo recuerdo, solo recuerdo que era importante porque el 7 ojos así me lo dijo, espero que no sea importante. ¡OH ESPERA! ¡LA CONCENTRANCIA! ¡DIGO! ¡LA CONCENTRACION! ¡SI! ¡ESO ERA!

Jamás terminare de comprender qué tipo de obsesión tenía el cara de insecto con la concentración, concentración para esto, concentración para aquello, ñi ñi ñi ñi ñi ¡la verdad yo solo hacía caso porque quería aprender a levitar de esa manera tan genial como él lo hacía! Pero realmente es difícil.

-ahhhh....- solté en una leve exhalación relajando mis hombros y mi postura – esto de meditar es realmente difícil, cielos, creo que son las partes más aburridas (y por ende difíciles) de mi entrenamiento wuju, pero realmente tenía ganas de levitar como lo hacía el maestro Yi así que ¡seguiré dando lo mejor de mí!-. Grite mientras volvía a tensar mi postura en la forma de flor de loto –Hummmmmm.... hummm.... A... as.... ¡Ashu!-. Volví a soltar mi postura – ¡Dios! Qué difícil es hacer esto, ¡y más en el bosque lleno de estos malditos insectos!-. Dije agitando de forma molesta mis manos mientras alejaba a los insectos que se habían puesto en mi nariz haciéndome estornudar obligándome salir de mi exitosa meditación –cielos...-.

Realmente detestaba admitirlo pero la vida sin el 7 ojos cabeza de insecto era realmente aburrida, no había prácticas de combate, lecciones nuevas, no había palabras provenientes del sabelotodo que yo con mucho gusto fingía escuchar para que no me molestara más, y lo más importante para mí, no había nadie que pudiera ser víctima de mis divertidísimas bromas. ¿Y si el no vuelve? Oh, no podía pensar en tan horrible situación ¿ahora a quien le pondría un gran y enorme pedazo de porquería dentro de sus botas? ¿O a quien le lanzaría mis bombas de humo a la cara solo para matar el rato?

Me recosté sobre la gran roca en la que me encontraba meditando dando por concluida mi sesión de meditación por el día de hoy, estuve meditando unos... ¿qué se yo? ¿10 minutos? por los dioses Wukong, ¡has superado tu marca! ¡Sí!, me gane este descanso. Pensé para mí mismo mientras ponía mis brazos por debajo de mi cabeza dispuesto a relajarme por el día de hoy después de mi arduo trabajo.

Mientras estaba en el proceso de almacenamiento de mi energía para más tarde, un sonido agudo y algo desesperado me despertó del sueño en el que apenas había comenzado a entrar. Aquello sonaba como un grito, ¿una persona? ¿Un animal? ¿Un vastaya acaso? Para empezar los animales no gritan de esa manera, y me es difícil imaginar a uno de los míos en una situación tal que los obligue a gritar de esa forma así que la respuesta era obvia

-¡Wu!-. Grite mientras me levantaba de un salto de la piedra en donde me encontraba dirigiéndome a toda velocidad adentrándome en el bosque hacia el lugar donde había escuchado aquel ruido. ¿Que será esta vez? ¿Un bandido? ¿Un grupo de bandidos? ¿Una bestia incontrolable? No lo sé, pero sea lo que sea espero que sea lo suficientemente peligroso para poder agarrarlo a golpes y así poder calmar este gran aburrimiento que tenía.

Con forme me fui acercando y el tiempo pasaba me percaté de que el que había comenzado como un grito ahora se transformaron en leves suspiros y ruidos ahogados, aunque por el detalle con lo que lo escuchaban mis oídos era el suficiente para saber que estaba lo suficientemente cerca del lugar de donde estos provenían. Me subí encima de un árbol para poder apreciar mejor el entorno con mi increíble vista panorámica y guiándome por el sonido lo vi. O más bien, la vi.

Una dama, creo que era mujer, con aproximadamente 8 o quizás 9 colas que parecían de zorro que llevaba vestimenta típica jonia de color rojo con blanco, se encontraba encima de un hombre fornido, que tenía un hacha en la mano que cada vez sostenía con menos fuerza, parecía ser un cazador, tal vez solo un leñador. También podía notar como esa criatura parecía estar sustrayendo o devorando algo de la boca de aquel hombre.