Impulsos

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¿Estas segura de esto pequeña? – Me preguntaba amablemente aquella mujer para intentar ayudarme a reflexionar bien la decisión que estaba a punto de tomar, El jardín del olvido...

Desperté justo en ese momento, recordando aquel día, aquel día en que no pudo soportar perder el recuerdo de aquella persona a la que tanto amo, al punto que realmente prefirió vivir con ese recuerdo y el amargo dolor que rendirse ante la paz y tranquilidad que aquel lugar le ofrecía y llegados a este punto ella seguía firme en su decisión..

-Cada día, cada situación, no hay momento en el que su recuerdo no pase por mi mente, aquel momento... - Soy tuyo... aquel recuerdo la estremecía y cuando soñaba con el, o lo recordaba ella no podía resistirse a derramar un par de lágrimas entre sollozos ahogados, a pesar de que ella sabía perfectamente que nadie la estaba escuchando no podía permitirse a sí misma esa paz.... No se sentía capaz de desahogar sus sentimientos y de esa forma vivía con la ansiedad, la preocupación y la tristeza ahogada de ese recuerdo, esa marca, esa cicatriz que ella sostenía para recordarse a sí misma que no era más que un monstruo, lo mucho que se repudiaba y odiaba por ser débil antes sus malditos instintos que la orillan a asesinar a cualquiera que se atreviera a acercarse a ella

Su respiración era muy pesada en aquel momento y las lágrimas seguían brotando de sus ojos tan amarillos como el sol del amanecer el cual podía apreciar desde la entrada de su cueva.. aquella imagen era muy hermosa y dentro de ella, aunque no sabía muy bien por qué, sentía esperanza al contemplar aquella imagen recordando que en su vida no solo se a tratado de asesinatos o monstruosidades también a habidos momentos buenos, momentos por los que no se arrepiente de estar viva, vivir es muy bueno pero... - Definitivamente desearía poder ser una humana más que cualquier cosa en el mundo – susurro eso ultimo como una especie de mantra que repetía casi todos los días puesto que sus mañanas siempre suelen ser melancólicas y deprimentes pero ella no había escogido esa cueva en vano, aquella maravillosa vista que siempre le alegraba el día era lo que le motivaba a seguir, lo que le recordaba la belleza de la vida, de la naturaleza, dispuesta a continuar con su día se levantó de su escondite y procedió a salir de su cueva para ir a dar una vuelta pero apenas salir de su cueva noto algo extraño un durazno yacía justo en la mitad de la entrada de su cueva, cosa la cual no sería extraña si tan solo hubiera Duraznos en esta zona, Al alzar un poco más la mirada se percató de que había otro durazno justo adelante del primero, adelante había otro, y le seguía otro hasta que noto un camino que llevaba hacia una pequeña madriguera recién excavada, observo y por dentro vio un pequeño montículo de duraznos y encima de ellos se encontraba una nota con un pequeño mensaje

"Pensé que podrías tener hambre, incluso los monstruos necesitan comer de vez en cuando algo más que no sean Almas, por en mis más sinceras disculpas Wukong."

Ella bajo el papel y vio aquellos duraznos, no le tomo tiempo para darse cuenta de que eran un regalo de disculpa por parte de alguien, pero ¿quién y por qué querría disculparse con ella? Acaso seria.... ¿Aquel mono raro? Ella sabía perfectamente que las frutas no eran su comida favorita pero solo como agradecimiento por el detalle tomo una que se encontraba en sus pies y la mordió la mantuvo en su boca por un leve periodo de tiempo hasta que la escupió violentamente – Uh, están muy acidas..- ella nunca había probado un durazno en su vida y por memorias que había devorado antes ella sabía que por lo regular eran dulces y deliciosos pero ese no era el caso para su paladar, unos de los sabores más olvidables que había tenido en mucho tiempo definitivamente sin más, termino de limpiarse la boca y tiro el durazno a medio comer al piso y dejando los demás duraznos justo donde estaban con la intención de que estos se degradaran en a lo mucho un par de días.

Solo al dar un par de pasos después de haber tirado aquel fruto sus instintos animales le gritaron que había peligro, ella giro bruscamente para encontrarse con que algo se dirigía a una gran velocidad hacia ella para impactarla, se desplazó lo más rápido posible para evadir el ataque y una vez posicionada se percató de que aquella cosa en realidad era un báculo muy grande y su atacante era el mismo gorila de ayer que se encontraba parado justo encima de su cueva, ella frunció un poco el ceño pero antes de poder contraatacar el mono movió su enorme bastón hacia donde se encontraba movimiento el cual ella volvió a esquivar con sus desplazamientos, cuando esquivo el segundo impacto vio como esa cosa se encogía de tamaño y volvía totalmente a la posesión de aquel mono

¿Que hare sin ti? Ahri x WukongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora