El último beso (Especial por San Valentín)

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Esta es la historia de un muchacho que perdió a su amada y ruega que Dios para que se lo lleve , para que pueda estar al lado de ella .

¿Por qué se fue?

¿Por qué murió?

Maldita sea , de tantas personas en este inmundo planeta ¿Por qué precisamente a ella? mejor dicho...

¿Por qué a ellos?

Una persona no sabe cuánto tiempo puede permanecer al lado de otra. Hermanos , padres , tíos , primos , sobrinos , nada es permanente. La vida es efímera y los momentos que vivimos con cada uno son duraderos. Pero el hueco que deja uno con su ausencia no se puede llenar , la resignación es una opción tentadora , pero es difícil de alcanzar.

La noticia de la muerte de una persona llega como un baldazo de agua fría , nadie , y repito , nadie está preparado para recibir esa noticia. Lloraras y desearas irte con él o ella y no sabrás como continuar así. Pero sabes algo , hay una manera de volverlos a ver , y es allí , arriba.

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-¿Ya me lo vas a decir?- pregunto por décima vez-

-Ya te dije que no – me vio son una sonrisa socarrona- es una sorpresa , así que no actúes como niño pequeño y conduce , que en cuando más rápido lleguemos a la casa de tus padres más rápido sabrás lo que voy a decir –

-Eres una molestia-

-Pues te casaste con una-

Hitsugaya Toshiro y Kurosaki Karin eran un matrimonio curioso , más de tres años de casados y habían tenido más de cinco amenazas de divorcio. La mayoría por causa de ella. Pero supieron levantarse y continuar, juntos. Se notaba a a simple vista el enorme amor que tenían , esa mirada perdía que tenía el cuándo la miraba a ella y solo a ella. Se preguntaba cómo era que termino con una mujer así. Karin era todo lo contrario a su principal idea de una esposa. Él pensaba que debería ser sumisa , quieta y obediente. Pero no , ella era un remolino, que llego a poner su vida de cabeza, literalmente por supuesto. Pero aun así la adoraba más que a su propia vida. No sabía que pasaría si algún día llegara a hacerle falta

Íbamos los dos al anochecer

oscurecía y no podía veryo manejaba y a más de cien

-¿Aun no me dirás?-

Pregunto por décima vez , estaba manejando sin un fin. Seria más simple si ella le dijera que visitarían a sus padres para almorzar o solo conversar y estaría tranquilo , pero no. Ella insistía en que se lo diría cuando estuvieran todos juntos.

-No tiene sentido si te lo digo ahora, sino no te hubiera echo manejar hasta otra ciudad ¿no crees?

-No-

-Solo fastidies tanto y solo conduce-

-No fastidiaría si me dijeras por que es necesario que ellos estén presentes. ¿No sería más sencillo si me lo dices y ya? Nos ahorraríamos toda esta discusión-

-Discusión porque tú quieres , mi respuesta es la misma . Sabes que no cambio de opinión fácilmente-

-Si lo sé-

-Vamos mejorando, ya falta poco , no desesperes-

-¿Ni siquiera puedo tener una pequeña pista? –

-No creo que te guste-

-¡Oh vamos! ¿Me estás haciendo conducir hasta la casa de mis padres por algo que no me gustara? ¿Es enserio?-

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