2017; Mark Tuan

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14 de febrero de 2017.

Querido Markeu:

En primera instancia quisiera felicitarte por tus logros académicos, siempre supe que lo podrías lograr, me siento realmente orgulloso por ti, espero que en estos meses que te quedan para acabar la Universidad todo siga viento en popa, mucho éxitos y recuerda que todo esfuerzo tiene su recompensa; pasando a otro tema... puede que hoy recibas una pequeña sorpresa, espero que te guste.

¡Feliz San Valentín!

Con mucho cariño, Park JinYoung.

♡♡♡

No esperaba recibir alguna carta ese año pero al ver que el cartero ponía un sobre en su buzón no se lo pensó dos veces y la tomó para poder leerla mientras subía las escaleras, peldaño tras peldaño devoraba las palabras contenidas en el papel, intentando  comprender a que sorpresa se refería JinYoung, al cruzar el pasillo vio una pequeña maleta azul y a un chico de cabello negro tocando la puerta de su hogar.

—Hey, ¿necesitas algo, buscas a alguien?— el chico se dio la media vuelta y una gran sonrisa se dibujo en sus rosados labios.
—¡Sorpresa!— exclamó con un tono risueño, abriendo sus tonificados brazos para recibir el delgado cuerpo de Mark, quien no salía del desconcierto por ver su mejor amigo ahí, en Estados Unidos, en la entrada de su departamento, ¡su mejor amigo había viajado miles de kilómetros para visitarlo en San Valentín!

Pasaron unos cuantos minutos sin decir nada, y tampoco era necesario, ese abrazo expresaba tantas cosas, era una sensación deliciosa de calidez, semejante a lo que sentía cuando estaba en su hogar, JinYoung era el sinónimo de sentirse en casa.

—Jinnie, ¡wow!, es toda una sorpresa, realmente no me lo puedo creer... yo acabo de ir a dejar una carta para ti... de haber sabido que vendrías... ¡Dios no puedo creer que estes aquí, es jodidamente genial!— Mark hablaba tan rápido que JinYoung solo asentía y sonreía con cada palabra que salía de esos bonitos labios.

El coreano estaba a punto de responder cuando un alto y atractivo rubio apareció cargando varias bolsas del supermercado.

—¿Eres JinYoung?— el aludido asintió un poco extrañado de que el desconocido supiese su nombre, buscó los ojos de su mejor amigo pero Mark estaba congelado, tan pálido como si hubiese visto un fantasma. —Mark me ha hablado tanto de ti, es un verdadero placer conocerte.
—El placer es mio, un amigo de Mark es mi amigo también.

Mark estaba ido, contemplaba la escena ajeno a la educada charla que mantenían los muchachos. Sentía que el aire le faltaba y los ojos llenos de dudas de JinYoung solo lograban hacerlo sentir más angustiado, no sabía porqué se sentía de esa forma, lo único que tenía claro era que todo esto acabaría muy mal.

—¿Dónde quedaron mis modales?— dijo el rubio de pronto. —aún no me he presentado, un gusto JinYoung, soy Jason Johnson, novio de Mark.

La atmósfera pareció cambiar luego de aquellas palabras. Mark miró a JinYoung y lo único que logró ver fue como los ojos de su amigo se apagaban lentamente, dando paso a un par fosos negros y profundos donde ya no había rastros de nada.

Cartas de San Valentín Donde viven las historias. Descúbrelo ahora