PENSAMIENTOS

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El tiempo pasa por más que uno no lo quiera. Por más que uno cierre los ojos o le de la espalda. Eso es inevitables, depende de uno qué hacer con ello, cómo aprovecharlo. Pero sería una bendición si se podría detener un momento.

Ese momento, justo como lo deseaba aquel chico de cabellos rojos. Sentir la calma de la noche, como se esuchaba de lejos algún que otro carro andar por las calles de Corea. Mientras él tenía en sus brazos a Isa. Desnuda, completamente desnuda. Ella era completamente suya, ahí domida, con calma. Acariciaba su espalda, desenredaba sus cabellos lentamente. Mientras la luz de la luna entraba por la ventana, mientras su corazón sentía flotar por las estrellas. No era la primera vez que estaba así con ella. Pero cada ocasión se sentía como la primera vez. Como la primera vez que la tuvo en sus brazos, la primera vez que tocó todo su cuerpo. Sus manos temblaban, él no sabía como se hacía eso, nunca estuvo con alguien. En realidad, nunca pensó que alguna vez pasaría algo así. Para nada. Siempre creyó que esas cosas serían para gente normal o gente amada... ¿quien lo amaba a él?¿había alguien? Siempre paraba solo. Si se enfermaba, él solo tenía que ir a la farmacia o al doctor por medicina, no había sopa caliente que lo espere. Nunca había un "buenos días" o "que tengas un hermoso día", nada. Tantas cosas que él no conocía y mucho menos sentía que merecía conocerlas. Ninguna. Pero ahora estaba con Isa.

Sonrió, recordo esa noche, esa noche de su primera vez. Había intentado evitarla lo más posible pero, era cada vez más difícil. Isa se le insinuaba mucho, demasiado. Y él quería, quería tanto estar con ella pero... tenía miedo. Miedo a que sea un sueño. que tal vez se desencante de él. Además, ¿como mierda se hacía?¿Dolía?¿Como funcionaba el cuerpo humano?¿Si la lastimaba en el proceso? Habían tantas preguntas que tenía, pero no se lo quería comentar a Isa. Averiguaría por él solo. Así que días previos buscó en internet, como buen hacker pero.... no sirvió de nada. O si es que sirvió, en se momento se le borró todo. No recordaba nada y tenía la mente en blanco. se sentía caliente, duro pero nervioso y ella... parecía leerlo por completo.
Le dijo que estaba bien, que no importaba, que esto lo harían juntos, con calma. Y lo desvistió, lo arrecostó. Tuvo paciencia con él, lo besó, lo amó. Se desnudó ante él y pudo ver como sus ojos se iluminaban, como pedían por ella. Lo hizo suyo. Él ahora era completamente suyo. Todo suyo.

Pensar en todo eso, recordarlo como algo tan hermoso, tan bello. Como la luna, las estrellas y demás galaxias eran testigos de algo tan maravilllo como hacer el amor. Hacerlo pero que a ti también te lo hagan con amor. Esa miel, esa sensación donde no solo entregar el cuerpo, si no tambien el alma. Saeyoung sentía eso. No solo le entregó su primera vez, sino que tambien le entregaba el alma. El corazón, ella era todo lo que necesitaba. Fue luz en su corazón en tinieblas. Y apesar de todo, se quedó con él. En todo lo malo, en las traiciones que recibió, en la recuperación de Saeran, en el nuevo proyecto de la juguetería. En todo. Esos momentos felices eran como las estrellas que illuminaban esa noche, a esa noche tan oscura como era su vida. Ahora le daban brillo.

Nuevamente, esa sensación de querer llorar, de querer gritar y decirle que era feliz. Pero ahora ella estaba ahí, dormida en sus brazos, acurrucada en su pecho. Sentía su aliento como lo rozaba. Todo eso era oro para Seyoung, momentos de alegría que ninguna palabra podría bastar. Pero... ahora, Isa le pidió que conozca a su familia. Y el miedo le envadía. Él mejor que nadie sabía las cosas que había hecho en el pasado, que cosas lejos de lo correcta tuvo que hacer para tener el dinero que tenía. Cosas que no cuestionó, ¿a quien le iba a importar lo que él hacía? Pero ahora era distinto. Tenía una familia por la cual ver, por la cual ser un orgullo. Ser un señor respetable. Y más aún delante de la familia de ella. Más presión, no negaría que le hacía feliz. El poco a poco iba creando recuerdo en otras personas. Él poco a poco iba dejando su huella en todos, que alguien pueda decir la familia Choi. Tenía a su hermano con él, la madam también está con él. Fue de la nada pero él se incorporó a ellos. Primero diciendo que tenía que buscar donde quedarse y después se iría pero ya pasó mucho de eso. Y más bien, compró varias cosas para su habitación. Incluso una play, donde ser podía trasnochar. Pero eso no era una gran hazaña para ellos. E incluso hacia partidas con su hermano. En cuestión de nada, Vanderwood ya está bien instalado en esa casa.
En cierto modo, para Saeyoung era un alivio. Porque a su modo le tenía estima y se conocieron en lo peor de ambos, cuando su vida no valía nada. Y cuando Saeyoung tenía que hacer algunas cosas, sabía que la madam cuidaba de Saeran.
Su hermano era más reacio a todo, era siempre de llevar la contra a todo lo que le decía él. Pero, sus acciones hacían lo contrario. Esta ahí, siempre de curioso. Si la madam traía un colchón inflable, Saeran era el primero que estaba leyendo las instrucciones para armarlo. En una ocasión Isa trajo un juego de armar de legos y Saeran dijo que no estaba para esas niñerías pero ahí lo tenías, sentado con un jugo intentando ver porqué la cabeza del perro no entraba en el cuerpo del lobo. O cuando Isa preparaba un pastel, su novio era el más feliz y saltaba de la emoción pero Saeran ponía cara de pocos amigos. Pero era el primero en traer los cubiertos y pedir la porción que tenía doble de fresas en la cubierta.

Seven se daba cuenta. Y en el fondo de su corazón, era inmensamente feliz. Los tenía a ellos. Pero claro, esto incluía a los demás de la RFA. Solo que Yoosung consiguió un trabajo de medio tiempo por orden de su mamá. La señora terminó por descubrir en que gastaba su hijo el dinero que le envía y no comía bien. Zen había conseguido un papel importantísimo y tenía dos meses para prepararse. Por eso no se le veía mucho, pero era claro que todos irían a verlo. Ya tenían ese día separado par ir. Y Jaehee lo apoyaba completamente. El que no la pase bien era Jumin, y era comprensible. Todo lo que paso con V, era su mejor amigo y terminó así. Pero no podía creer que al final, nunca lo conoció. Jaehee le comentó que él iba mucho al conservatorio, dicen que había una chica con una hermosa voz. Pero nadie sabía más. Sería verdad o mentira, era un proceso que tenía que pasar él Han.

Pero todas esas cosas, el Choi podía vivirlas con libertad. Pudiendo por fin pensar en un mañana. Como ahora, ahí en su cama. Pensando cómo afrontar el hecho de conocer a su futura familia política. Tenía el apoyo de todos pero aún así. Quería ser aceptado por ellos, que acepten ese ex-agente como parte de la familia. Porque todas sus intenciones con Isa eran serias. Ella era la mujer de su existencia, sería la madre de sus hijos.

hijos... -pensó mientras la miraba dormida- claro que quiero!

¿Cómo serían?¿Se parecerían más a ella o a él?¿Podían ser más de uno? Él tenía la genética de tener gemelos. Y sería lindo tenerlos. Pero para eso, tenía que dar uno de los primeros pasos. Ser aceptado por ellos. Era mejor, por el momento, dormir y dejar de pensar en ello. Mañana sería otro día y tendría tiempo para ello. Ahora, quería tenerla más cerca a su pecho. Quedarse acurrucados hasta el amanecer.

Notas del autor: Qué raro suena eso de "notas del autor" jajaja Sigo con la idea de que demoraré en este fic porque tengo ya otros tres y no me da tiempo para todo (les he fallado) pero la idea es llegar hasta la abuela. Espero que les guste y perdón el capítulo tan corto. Tengo otras idea pero siento que no quedaban en este capítulo y se vería feo.
Para terminar, espero que les guste. Nos vemos je~

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