Capitulo 8

193 19 1
                                    

Habían pasado horas desde que mi mamá entró al quirófano. Nadie nos daba información; no sabia si mi mamá estaba bien o mal. Estaba sentada sola, apartada de todos, tenía miedo de lo que podía pasar.

Usted es la señorita emily ? -dice un médico acercándose-

Si, soy yo -me paro rápidamente-

Siento decirle que su madre no lo logro, el cancer había avanzado más rápido de lo que mostraban los exámenes, hicimos todo lo que pudimos, lo siento mucho.

Emily..... emily

Que ? -digo luego de que mi tía me saca de mis pensamientos-

Todo estará bien, verás que tu mamá saldrá ilesa de esto -dice sentándose a mi lado-

Tengo miedo que pase lo peor -digo con una gran tristeza en mi voz-

No pienses así, todo saldrá bien -dice mientras me abraza-

Llevábamos horas esperando, no sabíamos si estaba bien o mal, si hay complicaciones o si lograron sacar todo. No pasaba ni una enfermera para decirnos si aún estaba viva. Sé que no debo pensar así pero en estos momentos casi siempre espero lo peor.

Luego de unas largas 5 horas por fin se había acercado un doctor a nosotros. Estaba muy preocupada, ya que su cara me decía que no traería buenas noticias.

Doctor qué pasó. Cómo está mi hija ? -dice mi abuela rápidamente-

La operación se complicó un poco. El cancer había avanzado más de lo que esperábamos, por suerte pudimos sacarlo todo, pero no sabemos si hubo daño en la paciente. Solo podremos saberlo cuando despierte.

El doctor se fue alejando de nosotros. No sabíamos si estar feliz o triste, preocupados o aliviados. Es como que si no tuviéramos una respuesta y quedáramos en un limbo de puras preguntas.

Pasamos a la habitación donde se encontraba mi madre. Mi abuela no se separaba de su lado, es como si la culpa que lleva la seguiría toda su vida si algo le pasara a mi mamá.

Luego de unas 4 horas mi mamá fue despertando poco a poco. La emoción que llevábamos por dentro era tan grande que era difícil de ocultar. Me acerqué a ella y la abracé tan fuerte que no quería soltarla nunca más. Mis lágrimas llenaron mi cara y la de todos los que estábamos ahí. Sentí como si hubiéramos ganado una gran batalla y un gran peso se nos fue de encima.

Bueno bueno. Veo que la familia está muy contenta -dice el doctor mientras entra a la habitación-

La verdad es que jamás habíamos estado tan felices - dice mi abuelo-

Me alegro de verdad. -dice el médico-. Bueno ahora necesitaré que me den un poco de espacio ya que tenemos que hacerle algunas pruebas a nuestra paciente, así que si quieren pueden ir a casa a cambiarse o ir a comer algo mientras terminamos aquí.

Todos escuchamos al doctor y salimos de la habitación. Me fui con mis abuelos a comer algo rápido y a darme una ducha rápida.

Narra jessie

Bueno veo que todo está bien, los resultados salieron excelentes y no quedó ni rastro del cancer. -dice el doctor viendo los exámenes-

Me alegro -digo con una pequeña sonrisa-

No me parece que estés muy alegre -dice acercándose a mi-

Luego de unos segundos de silencio, mire al doctor y se lo dije como si fuera algo normal para mi

No puedo sentir las piernas -digo con mucha tranquilidad y una pequeña sonrisa en mi rostro-

Jessie -dice el doctor un poco sorprendido-

mi gran decisión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora