Aristemo||Emiliaco ; One―shots.

One―shot: Celular.

Aris💜: Buenos días Tahi, ¿Cómo va todo?
Aris💜: ¿Vas a contestarme alguna vez?
Aris💜: Te extraño Tahi.
Aris💜: ¿Tú piensas en mi? ¿Puedo llamarte?

Llamada entrante.

"Soy Temo, ahora no puedo atender pero si quieres deja tu mensaje."

 ― Te necesito. ― Murmuro con lágrimas en sus ojos amenazando por surcar en su rostro destrozado, pronto los recuerdos inundaron su cabeza, como amaba a Cuauhtémoc López, ¿Por qué no podía tenerlo con él?

¿Por qué no puedo besarte? ¿Por qué no puedo tocarte?

Ni aunque lo intentara podría recoger lo queda en el viviendo en el mar, porque Temo era como la espuma en la que se convirtió una sirena que jamás pudo amar como deseaba, y fue la culpa de aquel príncipe cobarde que no fue valiente, valentía era lo que sentía que le faltaba cada día de su vida.

― Ari, por favor. ―Amapola entro a la habitación sin avisar, y lo abrazo por la espalda mientras él se derrumbaba una vez más frente a la mujer que le dio la vida. ―No me digas que has vuelto a pagar la línea.

― Solo así puedo esperar que me conteste mamá. ― Contesto mirando su teléfono esperando algo que jamás llegaría, la llamada de Temo.

Fue poco después de que Imelda los confroto. Aristóteles aun con sin poder caminar tuvo la desdicha de escuchar como ella musitaba a los cuatro vientos que ese era su castigo por ser homosexual, y claro que su pareja Cuauhtémoc no lo dejaría pasar. Pero todo fue en vano, porque termino siendo echado de la casa, los separaron cruelmente, y jamás olvidara el llanto tras la puerta de Temo quien suplicaba que dejaran al amor de su vida salir, pero este no podía moverse, no podía luchar.

― Tahi, por favor. Se fuerte, resiste. ― Murmuro antes de quedarse dormido, necesitaba despertar de su cruel sueño, lo había perdido. No había luchado a capa y espada, y ahora ya no estaba.