Change Universe - pjm ✧ myg!

5. Alfa

—Ya te dije que no te preocupes por nada.—Yoongi comenzó a acercársele, JiMin sólo asintió con la cabeza.—Ya comiste, entonces.

—No.—Se apresuró a decir el omega.—No exactamente, me comí un sándwich de atún, te preparé unos cupcakes.

Deja de ser tan adorable.

YoonGi mantuvo su expresión formando con los labios una perfecta "o". JiMin ya se había ruborizado fuertemente para cuando YoonGi avanzó más a él y lo jalo con cuidado por el hombro y planto un tierno beso en su mejilla izquierda. El menor murió por un momento.

El más alto mantuvo su nariz pegada a la sien del chico, quien había empezado a desprender un aroma más intenso.—Por dios! Tu olor de omega, JiMin... es tan bueno.

El omega interno de JiMin estaba tan complacido y ronroneando con que YoonGi lo llamara y lo reconociera como uno, aunque no el suyo, pero como uno, al fin y al cabo. JiMin casi suspira... casi.

El oji-negro se colocó de pie frente al más bajo, mirando divertido el rubor en sus mejillas, pareciéndole, una vez más, dulce.

—Traje comida china.—YoonGi levantó su brazo izquierdo, con una bolsa blanca que parecía cargar uno de esos típicos platos de comida para llevar.

Y JiMin probó por primera vez el arroz chino, y YoonGi amó los pasteles que el omega le cocino. Y el menor durmió rezando porque su hyung no lo botara, y YoonGi pidiéndole al cielo que JiMin no se fuera nunca.

【 ♡ 】

—Insisto en que no es correcto.—soltó Hoseok. Era la tercera vez en la semana que lo escuchaba hablar así.

Sí, habían pasado ya cinco días desde que JiMin comenzó
-prácticamente- vivir con él.

Yoon salía temprano a trabajar, mientras JiMin ordenaba el poco desorden que había en el departamento y preparaba algún postre o platillo que había visto en uno de los programas de televisión, mientras esperaba a que YoonGi regresara a las siete de la noche y le dijera que se veía bonito, y le preguntara que había hecho mientras él no estaba, y le besara la mejilla, y comiera de lo que había cocinado, y fingiera –al menos JiMin así lo creía- que le encanta como cocinaba.

YoonGi parecía estar de muy buen humor últimamente. Hoseok lo regañaba siempre que podía, y entonces el alf... ¿Qué?

Eso también era una novedad últimamente.

Y entonces YoonGi se enfadaba y gruñía, y decía que JiMin no era ninguna molestia en su vida, y que adoraba tenerlo en casa, cocinándole postres casi tan dulces como él.

—¡Tú mismo lo dijiste! No tiene a donde ir, y ahora que me he encariñado con él, no dejaré que se marche sin asegurarme de que estará completamente a salvo.

—¿Y si eso no pasa? ¿Siempre estará contigo?—Jung notó como la expresión de su mejor amigo cambió al instante, ajá, ahí es donde le dolía.—No es nada tuyo.

La molestia se vio crecer en su ceño fruncido y su respiración pesada, no es que YoonGi sea muy de enfadarse, pero ahora que lo pensaba bien, Hoseok había notado varios cambios en él, como eso, su carácter, sobre todo cuando se trataba de JiMin.

—Es mi...

—¿Tu qué? ¿Eh?. ¿Lo ves? Tengo razón, ni siquiera sabes como él te ve, ni siquiera tienes idea de dónde es, y qué es de su familia.

Está poniendo en duda el comportamiento del omega.

YoonGk sacaba aire pesadamente por la nariz y cada par de segundos emitía un gruñido que extrañamente no sonaba como algo de un ser humano. Hoseok no podía estar hablando en serio. JiMin no sería capaz de mentirle. Él lo había ayudado mucho, no podía ser que alguien tan lindo fuera como Hoseok estaba diciendo, era imposible, estaba totalmente equivocado, JiMin no...