4. Espacio

3.7K 522 97
                                    

—Tu cuarto.

—Ah, cierto, sí, digo, es por aquí.—YoonGi lo guiaba por un pasillo, aún cuando no era mucho recorrido. JiMin se sintió un poco incómodo.

El lugar no era muy grande, pero era perfecto, al menos para una sola persona. YoonGi decidió vivir solo cuando consiguió empleo en otra provincia. Por supuesto que a su madre, Eun Ha, no le agradó nada la idea de él mudándose del otro lado del país (en realidad no es así, su madre sólo exagera), consiguió un puesto mejor que el que tenia en Daegu, entonces voló a Seúl, pero esta vez compró ese departamento en el centro de la ciudad.

El pasado de YoonGi.

Uno que se resume en su estadía en Daegu, Seúl, y ciertos ojos grises. Pero a YoonGi no le gusta hablar de eso.

Mucho menos estando ahora cuidando de un gatito de ojos de miel y piel perfectamente bronceada, mucho menos cuando se acaba de dar cuenta de que esta perdido, hundido, todo estúpido por ese niño.

—Bien, aquí es... no es muy difícil llegar ¿eh?

—Supongo que no.—JiMin miró el lugar. Una cama matrimonial, un armario, una puerta que probablemente conduzca a un baño, una repisa que sostenía una pantalla y un pequeño escritorio. Todo se veía como un hotel. No parecía hogar. Parecía que en cualquier momento YoonGi se iría, y que no se preocuparía por dejar algo a lo que se hubiera apegado. —Es lindo.

—Sí... Te dejo, descansa. Sólo avísame si necesitas algo, cualquier cosa que necesites.—dijo el pálido.

Se miraron de nuevo a los ojos. Un momento que desde el espectador pudiese verse incómodo, pero para JiMin y YoonGi fue como algo tranquilizante, como un sello al vació y al silencio, que hacía al omega sentirse seguro sin tener el olor de un alfa cerca, y que YoonGi recordara el sentirse en casa sin tener nada alrededor de ella.

YoonGi había sido tan amable con él. Podría apostar a que muy pocas personas lo dejarían entrar a su casa con tanta confianza, que le darían sandwich de pollo, que permitirían que durmiera en su cama, y que fueran un consuelo grande ante la terrible situación del pequeño.

Que lo vieran de forma tan hermosa.

Después de unos cuantos -tal vez muchos- segundos, YoonGi bajó la mirada y murmuró un ''hasta mañana'' apenas audible para el omega. Fue interrumpido antes de cerrar la puerta y rodeado por unos delgados y delicados brazos, sentido por un pequeño y cálido cuerpo con dulce olor.

—Gracias, YoonGi. Por todo, absolutamente todo.—susurró el más bajo contra su oído. YoonGi sintió un nudo en el estomago. Tardó en reaccionar al abrazo, pero lo hizo, sus manos se colocaron firmes en la espalda del omega.

—No hay porque.—dijo al fin.

En un movimiento rápido JiMin se separó de YoonGi y le besó la mejilla, y se echó a correr acostándose en la cama, cubriéndose con las cobijas que antes reposaban tan pulcramente sobre esta.

YoonGi suprimió una risita mordiendo su labio. Salió de la habitación cerrando despacio la puerta. Subió su mano derecha hasta su mejilla, donde aun sentía unos gruesos labios cereza presionados fugazmente.

Mira tu cara de idiota, pensó.

【 ♡ 】

—¿Te vas?—Dijo JiMin con preocupación.

¿Por qué estaba preocupado?

YoonGi se anudaba una corbata negra al cuello. Todas sus corbatas eran negras. JiMin miraba desde el marco de la entrada al cuarto.

—Sí, tengo que ir a trabajar.—Maldijo su trabajo, hoy no podía faltar, en cualquier otro caso, se hubiera quedado para que JiMin no se sintiera solo.

—¿A las nueve de la mañana?—El omega hizo un gesto divertido.

—Sí.—aseguró suspirando.—Puedes quedarte todo el tiempo que quieras, el lugar siempre esta solo, puedes ver televisión, usar el Internet, puedes... quedarte.—Y Yoon podría jurar que le estaba rogando, tratando de convencerlo de que cualquier cosa que tenga que hacer la puede hacer sin irse.

Para cuando regreses el ya se habrá ido.

JiMin solo asintió en silencio. Se pegó un poco más a la pared cuando YoonGi pasó a su lado, caminando con las llaves de su GTI en la mano, el omega seguía sus pasos hasta que YoonGi se detuvo antes de abrir la puerta del departamento, antes de irse.

—Adiós.—dijo suplicante porque no fuera el definitivo.

No esperó a que JiMin contestara, eso le habría dolido aún más.

【 ♡ 】

—Entonces... ¿Él ahora esta en tu departamento?—Hoseok alzó una ceja, cuestionable, desde atrás de su escritorio, mirando a YoonGi, que estaba recostado en el sillón de rueditas que giraba.

¨Hora de hacerla de psicólogo¨

—¡No lo sé! ¿No lo has entendido?—dijo YoonGi llevando ambas manos a su cabeza.

—¡Oye, relájate! Dijiste que no sabe dónde está, aunque sabe que es Seúl. Dijiste que no se ha podido comunicar con nadie que conozca, y que no sabe a donde ir... Por si no te has dado cuenta, YoonGi. ¡Él no se irá!

YoonGi ahora se sentía tonto. HoSeok tenia toda la razón... ¿A donde iría JiMin?

Demente exagerado.

—¿Lo vez? Te estás mortificando por nada... Igual no quiero decir que lo que haces es correcto, YoonGi. No sabes quién es, ni porque no está donde se supone que debería.

—Él necesita que alguien lo ayude.—insistió algo molesto.

—¿Y tienes que ser tú?

YoonGi gruñó un 'sí' que sintió retumbar en su pecho. HoSeok se sobresaltó.

¡Wow! ¿Qué fue eso?

—No puedes mantenerlo cautivo en tu departamento sólo porque no tiene otro lugar, sólo porque te gusta.

¿Le gustaba? ¿No es obvio?

¿JiMin no quería quedarse en su departamento? Él le llamo para pedir ayuda.

—¡Ya sé!—demandó YoonGi.—Pero no quiero que se vaya, Hobi. Deberías de ver lo tierno que es, es mucha dulzura para alguien tan pequeño.

Fácilmente podría comparar a YoonGi con un niño que trata de convencer a su mamá de quedarse con un cachorro. HoSeok puso los ojos en blanco.

【 ♡ 】

Su mano se mantuvo a centímetros de distancia del picaporte. Tomó una bocanada de aire y entró lentamente.

—¡YoonGi!—exclamó un JiMin alegre desde el sofá de la sala, aparentemente antes viendo algo en la pantalla.—¿Cómo te fue?

El más alto dejo escapar aire, aliviado.

Está aquí.

—Bien—sonrió.

Hasta ese momento, YoonGi no se había dado cuenta de que JiMin usaba una de sus playeras, y un pantalón negro suyo que no recordaba que tenia, dejó de usarlo porque le quedaba ajustado. El omega notó que lo observaba.

—Yo... me di una ducha y-y tome prestadas algunas prendas. ¿Te molesta?

Débil, débil, débil YoonGi.

—Está bien. Siente con la libertad de hacer lo que quieras.

Con tal de que no te vayas, pensó.

—Gracias... también usé tu cocina.—JiMin se ruborizó demasiado, bueno, más de lo que ya estaba.

▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔
Perdón por tardar, no me he sentido bien estos días. Desde ahora actualizaré más seguido, como dos veces en semana :).

PD: extrañO A YOON. 🥺

Change Universe  - pjm ✧ myg!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora