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8. Inexistente

Una semana después de recordar ese momento con incomodidad y rubor en las mejillas, JiMin tomó la decisión de contarle todo a su mayor. Sobre todo porque algo le estaba preocupando mucho.

-YoonGi-llamó JiMin desde la cocina... nada común, por cierto.

-¿Pasó algo?-el oji-negro lo vio entrar, JiMin estaba sentado en el pequeño comedor que había ahí. Le dijo con una inclinación con la cabeza que tomara asiento frente a él. A YoonGi le estaba pareciendo divertido el asunto...

-Esto es algo muy serio, quita esa cara de comediante.

-¿Por qué en la cocina?

-Porque...

Aja, JiMin ¿por qué en la cocina?

Bueno, lo había estado pensando mucho. En este lugar YoonGi le dijo sus sentimientos, y JiMin se dejó llevar por los suyos. Tal vez no se sentiría tan nervioso al hablar de sus emociones en un lugar limitado a dos personas... Solo ellos. Al menos él había llegado a esa conclusión.

Pero ahora... ¿le diría eso a Yoon?

YoonGi estaba divertido esperando a que JiMin le dijera algo, la cara de nerviosismo de JiMin por alguna razón le causaba gracia. Adorable bebé.

-¡No importa en donde sea!... Es algo que debo decirte.

Omega nervioso...

No sólo lo supo la voz que aparecía constantemente en su cabeza, sino que ahora la cocina olía a tarta de limón... ¿Qué?

-Sí, odio que huela así... ¿podemos continuar?-Dijo JiMin irritado... era muy importante lo que diría. ¿Cómo se le pudo haber pasado?

-Bien... ¿de qué quieres hablar?

-De mi...-JiMin comenzó a arrepentirse, el tema era algo vergonzoso. Al final dijo una incoherencia, como un balbuceo, como si estuviera ebrio. Obviamente YoonGi entendió una jodida mierda, y JiMin rodó los ojos.-Ya lo dije.

-No dijiste nada.

-¡De mi celo ¿sí?-Se mordió el labio nervioso. YoonGi no pareció haber entendido. ¿O sí? -Necesito unos... unos supresores hormonales"

El mayor estaba hecho un nudo en la cabeza.

-¿Hablas de... deseo sexual y esas cosas?

-¡UGH! ¡Sí!-El omega estaba algo alterado, esto de hablar de su celo era irritante, siempre odio su celo, el primero que tuvo lo recuerda como el peor día de su vida.-Es en dos semanas... no sé, tal vez se adelante. De verdad necesito esos supresores.

¿Supresores? Él nunca escuchó hablar de esas cosas. ¿JiMin tenía celos?

-Espera, Minnie ¿tienes celos?... ¿Por qué no lo habías dicho?

-¡Sí, YoonGi! ¡Me dan celos, calenturas, dolores en las bolas y un inmenso deseo por tener una maldita polla en el culo!

Imagino un pequeño y delicado cuerpo postrado en una cama, jadeando, chillando por un poco de atención intima... Así es, tenía una erección.

-¿YoonGi?

¡Mierda! YoonGi no había notado que estaba respirando tan pesado y que JiMin se había parado justo a su lado, y que le había tomado la cara con sus delicadas manos, y que lo estaba viendo directamente a los ojos.

-¿Estas escuchándome?-YoonGi asintió.-Sólo necesito los supresores y ya. Te los pagaré después... Encontré un trabajo, empiezo el lunes.

Pero el de cabellos negros soltó un gruñido y tomó a su omega por las caderas y lo sentó en su regazo, JiMin chilló inconscientemente.-¿Para qué son esas cosas?-susurró en su oído. JiMin perdió el aliento. Y el pulso. Y todo...