Diario de una Princesa Agonizante

6 de Mayo

Sueños rotos, sin amor y estando destinada a una persona que no me gusta, eso es lo que significa ser una maldita princesa de 15 años. No existe el chico de mis sueños, no estoy destinada al amor, los príncipes azules no existen, posiblemente jamás lo hicieron. Fui estúpida al haber pensado que existían los finales felices.

Hoy compré algo de maquillaje para ocultar las heridas que no han terminado de sanar, sinceramente no sé qué haría sin mi excelente capacidad sanadora, después de todo gracias a ellas siempre he sanado el doble de rápido que una persona normal; sin embargo no todo es tan fácil como parece, cuando compré mi maquillaje la señora que me atendió me vio con lástima. "No importa qué tan guapo sea, debes dejarlo, eres muy joven para esto." Esas fueron las palabras que me dijo cuando salí de la tienda.

Tal vez fueron los moretones en mi cuello y rostro los que me delataron, tal vez fueron las ojeras o mis ojos rojos por el llanto, tal vez fueron las marcas en mis muñecas o mi empeño por esconder mis heridas comprando una gran cantidad de bases, polvos y demás; sin embargo eso no importa, lo importante fue que alguien lo notó.

Me congelé y empecé a llorar frente a aquella mujer, corrí tan rápido como pude, sentía que todos me miraban con esos mismos ojos llenos de lástima. Me duele, siento como si me estuviera rompiendo cada vez más, alguien lo notó, no debí haber salido hoy. Sus miradas, no soporto sus miradas de lástima. Sé lo que tienen que decir, debo dejarlo a él pero no puedo hacerlo, sencillamente no es una opción.

Mi felicidad es un pequeño costo por la felicidad y paz de todos, no puedo destruir la utopía por la que tanto hemos luchado. Soy la guerrera que lucha por la justicia, mi sueño es que la paz llegue a este planeta y que todos san felices y que nadie sufra, si debo sacrificarme para cumplir este sueño definitivamente lo haré.