🐳Capítulo 4🐳

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Tsunayoshi abrazó sus piernas y recargó su cabeza sobre estás

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Tsunayoshi abrazó sus piernas y recargó su cabeza sobre estás. Tenía un doloroso nudo en su garganta y sus ojos comenzaban a picar anunciando así que las lágrimas estaban por salir de manera desolada.

Se había enterado que la chica, por la cual Kyoya había quedado prendado, era la hija de un duque muy reconocido en aquella ciudad. Tenía que admitir que esa mujer era hermosa y refinada y a pesar de que él era un príncipe en las profundidades del mar, pensaba que nunca podría competir contra la elegancia y belleza de aquella muchacha.

"¿Qué va a pasar ahora?" se preguntó y enredó sus dedos sobre las hebras de su cabello.

No importaba cuanto lo pensaba, sabía que si el príncipe caía por completo en el encanto de aquella chica nunca tendría una oportunidad para poder entrar en su corazón.

Tsuna pensaba que ya tenía ganado aunque sea un poco de cariño en el corazón y mente del azabache, pero al ver aquella mirada con la cual veía Kyoya a la chica de cabellos dorados le hizo reaccionar y caer a la cuenta que a pesar de que había estado con él príncipe no pudo entrar en sus pensamientos.

"No podré volver al mar, no podré estar con Kyoya" las lágrimas comenzaron a caer "¿Debería rendirme?. ¿Debería solo ir al mar y lanzarme hasta que mis pulmones mis pulmones no resistan y me ahogue?"

Sollozó fuerte y con tanto sentimiento que esa noche las olas del mar chocaron de manera ruda contra la costa y una furiosa tormenta comenzó a caer en aquella ciudad.

-Joven -la sirvienta que estaba a cargó del castaño llamó a la puerta-. Su Alteza y sus invitados esperan por usted para la cena.

Tsunayoshi abrió la boca para declinar sobre la cena, pero al no poder decir nada tocó su garganta y sacudió su cabeza.

Se levantó y se dirigió a la puerta con sus ojos llorosos y su rostro triste.

-¿Esta listo? -la sirvienta sonrió cuando le abrió la puerta, pero su expresión cambió cuando lo vio sollozando-. ¿Se siente bien? ¿Quiere que llame a su Alteza y...?

Tsuna interrumpió negando con la cabeza y sacudiendo las manos.

-Entonces... ¿bajamos? -la mujer lo miró preocupada.

El castaño trató de sonreír de manera peculiar como siempre lo hacía, pero aun así su rostro estaba triste.

Se dirigieron al primer piso y entraron al gran comedor donde ya se encontraban varias personas incluyendo al príncipe y la chica de cabellos dorados.

Tsuna sintió su pecho oprimirse cuando notó que Kyoya y la mujer charlaban de manera alegre y reían de vez en cuando.

-Tsunayoshi -el azabache llamó su atención y sonrió-. Tardaste. Siéntate, quiero presentarte a alguien.

Mermaid [1827] [KHR] [Premios KHR 2019]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora