Al revés...

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Vacío.

Así es como se sentía.

Había creído que estaba listo para soltar por completo cada sentimiento de amor hacia el rubio, pero estaba equivocado.

La verdad le cayo como un tarro de agua fría cuando no pudo llegar al anhelado órgasmo.

No lo mal entiendan.

Tony tenía su edad, pero seguía igual de vigoroso como cuando tenía 20. Así que el problema no era su cuerpo.

Tampoco lo era su compañero de cama. Ese chico... ¿Mark?... ¿Dave?... Mn... ¡Chris! ¿Ese era su nombre? bueno, tampoco importaba, a partir de ahora se llamaría Chris.

Ahora, ese chico Chris era lindo. Buen trasero, lindas caderas, y una delantera muy buena, sin embargo... había algo en él que no terminaba por gustarle.

¿Quizás por su cabello?

Se había dicho que buscaría a alguien para olvidar al Capi, pero termino acostandose con alguien que coincidía con su cabello rubio, ojos azules y color de piel.

Él era lindo, si. Pero... pero no fue suficiente, nadie lo sería... al menos no está noche.

Y probablemente, tampoco las siguientes.

-¿No te ha gustado? - preguntó entre curioso y ligeramente ofendido el hombre que reposaba sobre su pecho.

Tony solía odiar acurrucarse con sus parejas de una noche, y actualmente, le repugnaba a un nivel más alto.

La única razón por la que no lo sacaba de la habitación a patadas era porque se parecía a su rubio.

"¿Todavía es mío?" no pudo evitar preguntarse.

-¿Por qué no contestas? - reclamo molesto su acompañante. Tenía el orgullo herido.

Tony rodo los ojos en son de fastidio. Había olvidado lo terriblemente desesperante que era eso.

-Claro... - dijo, empujando al otro a un lado y levantándose. Ya era hora de irse- Toma tu ropa y vete. Cuando llegues a casa habrá un hermoso auto esperando a tu nombre, ¿Qué opinas, Chris?

-Mi nombre es Derek.

Tony chisto la lengua.
Casi le había atinado.

-Vete.- repitió.

No le importo la mirada molesta ni la sarta de maldiciones que el otro le solto. Total, ni siquiera lo conocía.

Ojalá fuera lo mismo con el rubio en el complejo.

Aquel que sin estar estaba... Dios... Ya no podía aguantar esto.

No sólo Steve se había colado en lo profundo de su corazón y pensamientos, también lo había hecho muy profundamente en sus bolas.

¿Nunca en su vida iba a poder tener un órgasmo de nuevo? o... ¿Quizás no pudo porque no fue el pasivo?

Tony se consideraba un hombre versátil. Uno que sabía utilizar muy bien su propio miembro, y que a la vez, podía tomar una buena polla hasta el fondo.

Sin embargo, ahora no estaba tan seguro.

-Maldición... - susurro, caminando cansado al otro lado de la habitación.

Allí había una puerta de roble que daba al baño de la habitación.

Era grande, lujoso y elegante, nada que Tony no haya visto antes.

Se dio un largo y relajante baño, tratando de quitar de su cuerpo todo olor a sexo. Después de ello se vistió con ropa nueva y regreso a casa.

No importaba si la cacería no había funcionado hoy, ya lo volvería a intentar mañana.

No puedes estar enojado... ¦¦STONY¦¦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora