Sobre el amor.
Una mujer puede darlo todo con una sonrisa y recuperarlo después con una lágrima.
Las mujeres necesitamos la belleza para que los hombres nos amen, y la estupidez para que nosotras amemos a los hombres.
La moda tiene dos propósitos: la comodidad y el amor.
Los grandes amores también deben ser soportados.
El mejor color del mundo es el que se ve bien en ti.
No hay nada peor que la soledad. La soledad puede ayudar a un hombre a realizarse, pero destruye a una mujer.
Encontrar un hombre que te ame no te transforma en una cazadora de hombres, porque si lo cazaste, deja de ser un hombre para transformarse en un zorro y el día de mañana abrirá un agujero y se escapará.
La belleza debe comenzar desde el alma y el corazón, de otra forma, los cosméticos son inútiles.
Durante mi infancia solo ansié ser amada. Todos los días pensaba en cómo quitarme la vida; aunque, en el fondo, ya estaba muerta. Solo el orgullo me salvó”.
“¿Dónde se debe usar el perfume?” Preguntó una joven, “Dondequiera que uno quiera ser besada”, contesto Coco Chanel.
Sobre la elegancia.
Cuántas preocupaciones desaparecen cuando se decide ser ‘alguien’ en vez de ‘algo’.
El único modo de ser irreemplazable siempre es ser diferente.
Viste vulgar y solo verán el vestido, viste elegante y verán a la mujer.
Una mujer con buenos zapatos nunca es fea.
El lujo es una necesidad que empieza cuando acaba la necesidad.
Los tiempos difíciles despiertan un deseo instintivo de autenticidad.
El buen gusto hace bien a ciertos valores espirituales auténticos: como el propio gusto.
Todo lo que es moda pasa de moda, el estilo jamás.
Mantén la cabeza, los tacones y los principios altos.
Puedes ser preciosa a los treinta, encantadora a los cuarenta e irresistible durante el resto de tu vida.
La coquetería es el triunfo del espíritu sobre los sentidos.
El perfume es el accesorio invisible y definitivo de la moda.
La elegancia no es un privilegio de los que han superado la adolescencia, sino de los que han tomado posesión de su futuro.
Vístete hoy como si fueras a conocer a tu peor enemigo.
Que me copien me hace sentir muy contenta, era eso lo que quería. Crear un estilo
Una mujer que se viste de Chanel, se viste para ella misma ¡para respirar! Una mujer que puede respirar, puede pensar.
La elegancia no consiste en ponerse un vestido nuevo.
Hay quienes cambian de estilo cada mes, pero en realidad, esa es la prueba de que no hay un estilo.