Ya ha pasado un mes desde que mi padre está en coma y las cosas no han estado del todo bien, Alex y yo hemos estados distantes, yo más irritada de lo normal ya que paso demasiado tiempo en el hospital, he hablado mucho con mi padre aunque él no pueda responderme, por las noches solo lloro, me aislé de la gente conocida, Mary a estado enviando mensajes y llamando constantemente pero no me siento bien para atenderla, cada vez que me cruzo con Alex lo evito y me voy en dirección opuesta, se que les estoy haciendo un daño a todos pero no se como afrontar esta situación, cada vez voy de mal en peor, hoy es mi cumpleaños 6 de septiembre y la verdad no quiero celebrarlo, no sin mi padre, nada es igual sin el, lo necesito a el y a su increíble forma de ser.
Hoy por fin después de semanas decidí ir a clases, vestía ropa con colores sin vida, caminaba abrazada a mis cuadernos con la cabeza baja, mirando mis zapatos, se veían mas interesante que toda esta gente sumida cada uno en su propio mundo, quería que la hornada acabara rápido pero aun me quedan tres clases más así que solo me queda resignarme y escuchar las próximas 6 horas.
camino a mi casillero me intercepta Mary y Alex, ambos mirándome con desaprobación.
-¿que les sucede chicos?- ambos me toman de los brazos y me llevan a casi arrastras a la biblioteca donde me hacen sentarme frente a una mesa, ninguno dice nada durante un momento -debo ir a clases
-¡ay por dios kathe! todos sabemos que a ti te da lo mismo ir a clases- Mary estalla dejándome totalmente sorprendida
-Mary, tranquila...- desvió la mirada a la ventana para escuchar lo que tengan que decir, guardo silencio para evitar decir algo hiriente o que empeore la situación.
Alex suspira y toca el hombro de Mary, de cierta forma me dolió ver eso, aunque no debería total solo somos amigos, Mary al tacto de este se deja caer en la silla y se cruza de brazos molesta.
-kathe no debes ser así, sabemos que es un momento difícil pero el alejarte no ayudará en nada, debes dejar de evitarnos-
Era el colmo, como es posible que las dos personas a las cuales consideraba mis mejores amigos me estuvieran haciendo esto, se coludieron para joderme la vida mas de lo ya estaba
-si ustedes supieran lo que estoy pasando ahora, si entendieran las cosas que estoy sintiendo se darían cuenta de por que estoy actuando de esta forma, así que no me vengan con sus pendejadas- dispuesta a marcharme me levanto de la mesa y me encamino a la puerta principal de la biblioteca, pero rápidamente ambos me siguen y Alex me detiene tomándome del brazo, me voltea rápidamente y me quedo mirando a sus ojos.
-muy bien, quizá no te entendemos como tu quieres, pero al menos no nos ignores cada vez que te hablamos- me suelto de una forma brusca de su agarre y sin respuesta me voy dejándolos ahí solos, no aguante seguir en el lugar así que decidí faltar a las siguientes clases e irme al hospital.
me subí a mi moto, me fui a una velocidad considerable para poder despejar mi mente y llegar relajada al hospital.
luego de un rato llego al hospital y la gente que ya me reconocía me saludaba a medida que iba entrando, cuando llegue a la habitación de mi padre sonreí de una forma desganada, me acerqué y lo acaricié.
-papá no sabes cuanta falta me haces... en un día como hoy, donde de seguro me hubieras comprado un pastel y nos hubiéramos quedado en el sofá viendo películas, hasta ahora esta siendo el peor cumpleaños de la vida- me levante algo desanimada y salí al pasillo para ir a la maquina de café para apaciguar un poco el frió, caminaba con la mirada puesta en mis zapatos que parecían mas llamativos que toda la gente mi alrededor.
le inserte el billete a la maquina y escogí aquel café que quería pero la maldita maquina no marcaba lo que yo quería y empece a maldecir entre dientes, mientras maldecía escuche una voz grave a mi espalda.
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Mis lagrimas
Fiksi RemajaProhibido hacer una copia u modificar la novela de cualquier forma