Twins ((Yoonmin))

7

¿Qué eran esos sentimientos desagradables que se formaban en el interior de Yoongi? ¿Por qué sentía coraje de que ese chico reclamara a Jimin suyo desde que llegó? Era algo estúpido, y más por qué apenas y conoce al peliplateado. Destensó su cuerpo y aflojó sus puños mientras se recostaba nuevamente restándole importancia a lo que sucedía aunque... ¿Desde cuando habían dos Jimin's? Por otro lado, Taemin miraba con furia al chico que abrazaba a su hermano con posesividad.

—Aleja tus asquerosas manos de mi hermano—dijo con voz gruesa el pelirosa ocasionando que Taehyung sonriera con malicia.

—Jiminnie... Amor, ¿podemos ir a comer a otro lado?—sin pensarlo, el peliplateado se encontraba haciendo lo que este le había pedido recibiendo una mirada asesina por parte de su gemelo.

Taemin podía sentir como la furia se apoderaba de su interior, tomó su bandeja con comida y la lanzó lejos sobresaltando a todos los que se encontraban ahí, Jungkook se acercó y apretó su hombro con suavidad.

—Hyung... No sé que pase entre ustedes tres, pero no debe dejar que ese idiota lo saque de sus casillas, eso quiere... Lo noté—Taemin sonrió relajando sus facciones, se giró al castaño.

—No sabe con quien se mete, pequeño.

—Exacto, por qué yo le voy a ayudar a darle su merecido—los dos chicos se abrazaron y sonrieron para después mirar a todos sus nuevos amigos quienes se encontraban con los ojos casi saliendo de sus órbitas.

—Querido, soy un alma sensible... Por poco y me matas de un susto—habló Seok Jin.

—No no, más bien, ya estas viejo que es muy dif...—y nuevamente el pobre rubio fue golpeado por Jin ocasionando que rieran los presentes, a excepción de Yoongi quien se mantenía con el semblante serio.

El timbre había sonado ya y todos se encontraban en sus respectivas aulas, Jimin aún no aparecía en el salón cosa que hizo preocupar a Jackson.

—Eh, Min... ¿Y tú compañero?—el pálido alzó la mirada y alzó sus hombros desentendiéndose.

La maestra de historia ingresó al aula y comenzó a anotar unas cosas en la pizarra mientras todos aprovechaban el poco tiempo que les quedaba para charlar, pues a pesar de ser su primer semana, se había comportado como toda una bruja con ellos.

—Bien, el día de hoy les tengo dos noticas, la primera es que tendremos una exposición y la segunda... Tenemos un nuevo compañero de clases, pasa—dijo dirigiéndose a la puerta, un Jimin sonrojado entró corriendo por la puerta trasera sin llamar mucho la atención, se lanzó a su lugar llamando la atención del pálido quien lo miró mal.

Por la puerta principal un Taehyung muy galante entró con una gran sonrisa cuadrada que hizo suspirar a muchas chicas.

—Presentate al resto de la clase—volvió a hablar la maestra, toda la clase ya tenía su atención en el nuevo chico y es que con él ahí, la competencia de chicos guapos crecía. 

—Hola a todos, soy Kim Taehyung, espero que todos seamos amigos—Yoongi rió con sequedad y miró a Jimin quien sólo observaba sonrojado al castaño frente a él.

El castaño tomó asiento a lado de Jackson ya que su compañero de lugar no se encontraba.

Jackson no podía dejar de mirar al chico nuevo con cierta adoración, aunque también se cuestionaba donde se encontraba su compañero de banca.

—Vaya, Jiminnie, el destino está de nuestro lado, nos ha tocado en el mismo salón y te tengo tan cerca para poder comerte a besos—Jimin se sonrojó al instante mientras sonreía—O mejor aún, ¿por qué no le pides a tu compañero de mesa que se cambie aquí—al pequeño peliplateado le encantaba la idea.

Se giró con mucha emoción a su compañero quien yacía dormido como era costumbre, estiró su mano para tocar delicadamente su hombro cuando se sobresaltó al oirlo—Ni siquiera lo pienses, Park—el chico se quedó perplejo ante la respuesta tajante a lo que aún ni siquiera le preguntaba, miró a Tae con un puchero dandole a entender que su compañero de mesa se negaba a cederle su lugar.

Y eso sólo ocasionaba que las ganas de Taehyung por alejar a aquel chico de ojos gatunos creciera, pues desde que vio como reaccionó ante su llegada y proclamar a Jimin como suyo lo había dejado intrigado por las emociones del pálido.