Nos volvemos a encontrar

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-por qué quieren matarte los demonios? Que quieren los Ángeles? Por qué te dijeron así?

-todo esto está pasando porque no morí- dijo la pelirroja sentándose

-qué? Los demonios pueden morir sin que se les mate?- la castaña le siguió en la acción

- yo no siempre fuí un demonio, yo antes era una humana común y corriente, no era ni hada ni loba ni vampira, era solo una estúpida humana- la pelirroja toma una piedra y la lanza sin usar fuerza al lago

-y cómo es que te volviste demonio?

- yo maté para salvar a alguien- Miró a la castaña por unos segundos para devolver su vista al suelo

-que quieres decir?

-cuando tenía 22 yo odiaba mi vida y quería morir, traté de todas las maneras que se me ocurrían pero nada funcionaba- comenzó a narrar la de baja estatura

-trataste de matarte?

-si; traté de cortarme las venas, colgar me, arrojarme desde el techo de un edificio, traté de que me atropellaran, de pegarme un tiró, traté de todo pero siempre alguien me salvaba o me detenía

-entiendo- responde la castaña

- bueno, pues decidí usar mi último recurso... Invocar un demonio, siempre me dije que podía aprovechar y obtener mi venganza a los que hicieron mi vida una mierda; así que lo hice... Pero cuando el demonio apareció no pudo tomar mi alma, algo se lo impedía, era como si el mundo solo quería verme sufrir- la pelirroja apartó su vista del suelo al sentir como la más alta apoyaba su cabeza en su regazo, acariciando la parte color negro de la piel de sus brazos

-entonces que hiciste?

-yo no supe que hacer pero la demonio se obsesionó conmigo y decidió quedarse a mi lado hasta obtener mi alma, por supuesto que yo seguí tratando de matarme pero seguía sin conseguir ningún avance; los años pasaron y la compañía de la demonio me fué quitando las ganas de morir, al fin tenía a alguien con quien hablar y alguien de quien me había enamorado

-te enamoraste de la demonio?

-si y ella lo sabía, se aprovechó bastante de eso pero mi alma seguía atada a la Tierra de alguna manera; cuando cumplí 27 ella me dijo que también me amaba, que de alguna manera había caído en mis encantos- soltó una suave risa para luego suspirar- nos volvimos novias, estábamos bastante enamoradas de la otra; ella siempre usaba sus poderes para darme hermosos regalos y eso me encantaba... Cuando ya llevábamos unos tres años de relación sucedió algo que nunca podré olvidar

- que pasó?- la más alta la Miró preocupada pero aún así no se levantó y permitió los mimos por parte de la más baja, en su cabello

-ella llegó llena de golpes y Cortes que no sanaban; sabía que eso solo podía ser si otro demonio las había hecho con un arma hechizada pero lo más importante para mi en ese momento era ella, sus heridas eran graves y no se veía para nada bien. La llevé a la casa y traté de sanarla un poco pero ella no se dejaba curar, estába muy alterada y todo empeoró cuando escuchamos la puerta de vidrio romperse

- no me digas que...

-si... El demonio que la atacó, el quinto príncipe del infierno el de la ira, estaba parado frente a mi con un arma hechizada y una apariencia aterradoramente deformada; la tomó y la arrojó por la ventana sin vacilar ni un poco, me vió y me dió un golpe que me aturdió bastante. Aun así me levante cuando ví que se alejaba, corrí al cuarto donde mi padre guardaba sus herramientas, tomé una oz que él tenía que aún no sé para que;corrí hasta el patio y ví que el príncipe de la ira estaba encima de ella Ahorcándola, ella luchaba pero ya estaba débil asi que rápidamente recé un padre Nuestro y lo atravesé con la oz, cuando me Miró le corté la cabeza y su cuerpo calló sin vida al lado de la demonio, ella ya estaba muriendo por lo que solo la acosté en mi regazo

-ella vivió cierto?

- no, ella falleció pero antes de morir me dijo que sabía que ya había perdido un hijo, era de ella así que me sorprendió y comencé a llorar pidiéndole perdón; ella dijo que no había sido mi culpa y me dijo que quería que yo tuviera la oportunidad de encontrarla otra vez, se cortó la muñeca y me obligó a beber de su sangre. Todo ese tiempo en el que estuve bebiendo no me había dado cuenta que la sangre del otro demonio se a pegaba a mis brazos y entraba en mis cortadas ya casí sanadas; cuando bebí más de la mitad de su sangre ella hizo esta marca- la pelirroja abre su camisa a cuadros para mostrar un pentagrama y en el centro de la estrella un infinito, todo grabado como cicatriz en el pecho del lado del corazón,la castaña lo tocó suavemente y la de ojos rojos cerró otra vez su camisa

-wow

-si... Luego de eso sentí el peor dolor que había sentido nunca pero resistí; cuando se me pasó la miré otra vez y me dijo que bebiera del otro demonio también, así lo hice y me sentí poderosa por un momento, hasta que la ví cerrar sus ojos. Yo estaba destrozada, lloré hasta dormirme sobre su cuerpo destrozado; al día siguiente una señora me encontró y me llevó a su casa la señora resultó ser una enviada del mismo Dios del infierno, esta me llevó donde él y él tuvo compasión de mí,decidió cuidar de mi y ayudarme a controlar mis poderes ya que al parecer mi ira cambiaba mi color de piel y eso asustaba a los demás; cuando ya estuve lista me presentó como una de sus hijas pero mis nuevos hermanos no me reconocieron como tal, de hecho, luego de que mi padre anunciará que yo sería una de las pocas en la línea para heredar el trono solo los puso más en mi contra- la ojiverde estaba derramando algunas lágrimas

La castaña se levantó y acariciando la ahora un poco sonrojada mejilla de la más baja, le dijo que nada fué su culpa y la abrazó dejando que se descargara un poco

-sa_sabía que te en_encontraría algún día, Kyalia

-te extrañe, mi amor- respondió la castaña

Y sin más la besó, fue un ósculo muy suave y tranquilo donde las palabras sobraban, donde se mostraban todo el amor que ambas se tenían con tan solo verse a los ojos en ese hermoso y romántico momento

En La Oscuridad De Mi MenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora