¿nuevo?

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-muy gusto, my nombre es Marcus, vine de United States, me cuesta hablar en  spanish pero me esforzare - un pequeño pelirrojo se presentó ante su nueva clase nerviosamente, tan sólo iba a primero de primaria pero la primera impresión sería la que marcaría su vida en ese pequeño pueblo.

-Es un gusto conocerte Marcus, seré tu maestra por este año, puedes llamarme Lis- la castaña profesora miró al resto de alumnos, estos se levantaron y corearon

-mucho gusto, Marcus

El pequeño sonrió, quizás adaptarse a vivir en la pequeña Venezuela española no sería un reto imposible de lograr, volvió de sus pensamientos para dirigirse a uno de los asientos vacíos en el medio de la clase, no era el mejor sitio pero era algo.

-no te preocupes Marcus, cuando Jackson regrese de su viaje asignare los asientos- eso lo sorprendió, pensó que lo dejarían elegir como en su escuela anterior, aún así sonrió y asintió

-profesora Lis, hoy dijo que íbamos a ver problemas con fracciones- comentó una niña de cabello castaño y ojos verdes que estaba al lado del pequeño gringo

-ciertamente, Kania, hoy veremos problemas con fracciones, Marcus en tu examen noté que no tienes problemas con esto pero igual me gustaría que prestes atención

-yes, I mean, s_Si profesora Lis

-muy bien

Horas después llegó el recreo, las clases le parecían muy interesantes al pequeño, aunque le costaba entender varias de las palabras que utilizaban, sabía bien que pronto se acostumbraria.

Se iba a quedar en el aula, no deseaba salir al patio, lástima que La maestra no se lo permitiera diciendo que era una regla de la escuela que ningún niño se podía quedar sólo en los salones, no tuvo más opción que salir.
Los niños jugaban regados entre las diferentes estructuras del parque, El pelirrojo decidió que no estaba listo para ir con los demás así que se sentó bajo uno de los árboles que encontró más cercano.

Veía a los demás reír y jugar, el sólo se quedó ahí degustando su cachito de queso, el podría ser muy gringo y todo pero sus padres no, su mamá vivió en Venezuela hasta los 18, que fue cuando decidió apuntar más alto y se fue a España; su padre por otro lado fue obligado a abandonar Estados unidos e ir a una universidad española. En la Universidad fue que se conocieron, su madre había conseguido una beca para estudiar genética en la UAM y una beca musical en un pequeño conservatorio donde aplicó y su padre tuvo la carrera de química completamente pagada, eran opuestos, no tanto como se puede pensar pero lo eran.

El timbre sonó, era hora de volver a clases, tomó la pequeña mochila negra que había llevado consigo y entró en clases, el cargaba esa mochila para todos lados, fue un regalo de su madre al que su papá se negó pero a él le encantó, tenía pequeños llaveros y chapitas de las cosas que le gustaban, era gracioso porque sus gustos y apariencia eran prácticamente iguales a los de su madre sólo que él es chico.

-Marcus, es hora del almuerzo- el niño estaba tan concentrado en resolver las preguntas de sociales que ni cuenta se dio de la campana- te acompañare durante esta semana para que te acostumbres al lugar ¿está bien?

-si, grashas- la mayor rió un poco por la mala pronunciación, caminó a la puerta y esperó al niño de siete años, este agarró su mochilita negra y salió

-bien esperame que voy a cerrar la clase- cerró correctamente con llave y luego se fijó en el niño que miraba por la ventana que daba al patio, lo observó por completo y lo que le sorprendió no fue tanto su silencio y tranquilidad, sino más bien las decoraciones del bolso y la apariencia pesada de esta.

En La Oscuridad De Mi MenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora