Capítulo 4. Tora, la guitarra.

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Después de todo el incidente del cine, estoy mucho más nerviosa. No me tranquiliza para nada saber que mi ex está saliendo con mi mejor amiga, y que ella se piensa que comos primos, cuando en realidad él lo único que quiere es salir con las dos. No he conocido a persona más sucia y rastrera que Ichinose Honekawa.

Hoy a primera teníamos Historia, las clases se pasan muy rápido. Y ya por fin llega la hora del club de música, el único lugar dónde me puedo relajar de vez en cuando.

   - Buenas trades a todos -saludo nada más entrar.

   - Hola, Aika -dicen.

   - ¿Y los demás miembros? -pregunto, porque todavía falta la mitad de la sala.

   - Están en una representación -me explica Naomi.

   - ¿Representación?

   - Sí, mi hermano está tocando la guitarra en el aula de 3-D,  en la primera planta -explica Naomi.

   - ¿Tora? ¿Toca la guitarra?

   - ¿Eres su novia y no te lo ha dicho? -pregunta, intrigada Naomi. Espero que no sospeche que somos novios de pega.

   - Pues... no...

   - ¿ESTÁS SALIENDO CON TORA TAKAGUCHI? -gritan todas las chicas a la vez.

   - Esto... pues... la verdad es que... -intento no llamar mucho la atención, pero es inútil.

   - Sí, nenas, mi mejor amiga, Aika -comienza Naomi, la va a liar seguro-, está saliendo con el tío más buenorro de toda la escuela, mi hermano Tora. Ya podéis moriros de envidia juasjuasjuas

Creo que está ella más feliz que yo de que su hermano y yo salgamos juntos. Entonces, todas las chicas se me acercan, y se colocan en corro rodeándome. No puedo salir. Me empiezan a agobiar. No hacen más que hacer preguntas estúpidas, una me acaba de preguntar si ya lo hemos hecho. ¡PUES CLARO QUE NO! ¡Qué chicas más locas!

   - Chicas, tenéis que venir a ver la actuación de guitarra de Tora. Hay un montón de gente, es increíble -acaba de entrar un chico por la puerta del aula, ha sido él quien nos ha avisado.

   - Vale -todas se separan de mí con rapidez, Tora les sigue interesando más que yo.

Bajamos al primer piso. Se escucha la música desde las escaleras, es una melodía muy bonita. Estoy segura de que se la ha inventado él. Dicen que es un genio para la música.

El pasillo está a rebosar de gente, tanto alumnos como profesores. Los del club intentamos haernos un hueco para pasar, es casi imposible. Por fin llegamos al aula. Allí está Tora, ¡qué guapo está! Lleva el uniforme de la escuela bien puesto, y además, se ha peinado y está mejor todavía.

Creo que nos ha visto, porque sonríe y parece que dirige su mirada hacia mí. Las otras chicas me miran con mala cara, se llama envidia. Pasan diez minutos y termina su concierto. Entonces, se levanta y se acerca al micrófono.

   - Este concierto se lo dedico entero a mi novia, Aika.

Me estoy muriendo de la verguenza. Todas las cabezas de la sala me miran, algunas con sorpresa, otras con envidia, otras de emoción y mi amiga Naomi con mil expresiones de satisfacción.

   - Aika, ¿puedes subir al estrado? -me pregunta por el micro.

   - Vo-voy...

Me abro paso entre la gente temblando, este tío me quiere matar de verguenza. Ya estoy arriba, a su lado. Entonces, me da la mano. Y me mira a los ojos. Creo que me he puesto colorada. Se acerca a mí, no sé qué hacer. Me agarra de la cintura y me besa. Es un beso lento, pero rápido a la vez, muy dulce. Aunque creo que se ha pasado, ya hablaré después con él.

   - Bien hecho, Tora -gritan sus compañeros.

   - Aika, guapa, eres la mejor -dicen algunas de mi clase.

   - Felicidades -exclaman otros.

   - Ese es mi hermano y esa mi mejor amiga -dice Naomi, creo que ella es la que más emocionada está.

   - Vamos Tora, bésala otra vez -dice uno de su clase.

Y eso vuelve a hacer. Pero esta vez me enfado. Y le aparto con un empujón. Le miro a los ojos y salgo corriendo de la sala. La gente se aparta de mi camino.

   - Es que es muy tímida, todavía no se ha acostumbrado a los besos en público -miente Tora-. Voy a buscarla.

Él también sale de la sala, y comienza a gritar mi nombre por los pasillos. Yo estoy en el patio, sentada en un columpio. Espero que no me encuentre porque me tiene muy harta. ¿Cómo se le ocurre jugar conmigo de esta forma? Es igual de malo que Ichinose.

Tora está en el patio. Creo que me ha visto. Viene hacia aquí.

   - Lo siento muchísimo, Aika. No sé qué me ha pasado -se disculpa.

   - Yo sí lo sé, y es que te dejas llevar por lo que dicen los demás, querías hacerte el guay. Y lo único que has conseguido es que me enfade muchísimo. Vete, no quiero hablar del tema.

   - Vale, puede que sí. Pero es que no he podido resistirme.

   - ¿Te recuerdo que somos novios de pega? -le digo vacilante.

   - ¿Por qué crees que dije lo de novios de pega? Porque realmente me gustas mucho. Y pensé que esa sería la única forma de salir contigo, porque pareces tan inalcanzable, tan imposible.

   - ¿Ahora dices que soy imposible? Creo que si me lo hubieras pedido correctamente, hubiera aceptado, porque tú también me gustas mucho -lo último se me ha escapado, espero que no se le suba a la cabeza.

   - ¿Te gusto? -me pregunta, de nuevo.

   - Sí -le digo casi susurrando y sin mirarle a la cara.

   - Pues entonces, creo que te lo tengo que pedir correctamente. ¿Quieres salir conmigo, Aika?

  - ¿Eh? -levanto la vista, está más cerca de mí de lo que creía-. Sí, pero...

   - Pero, ¿qué?

   - Resulta que mi madre me prohibió salir con chicos durante este curso, por lo que pasó con Ichinose.

   - No te preocupes, yo hablaré con ella -me sonríe y se acerca mucho más a mí.

   - ¿No irás a...?

   - Sí, cierra los ojos.

Eso hago, los cierro y me concentro solo en lo que va a pasar a continuación. Me besa. Y vuelve a hacerlo, una y otra vez. Ni siquiera Ichinose besa tan bien, y eso que él era... lo más. Abro los ojos. Él está tan sonrojado como yo. Los vuelvo a cerrar y me vuelve a besar, y así unas cuatro veces más.

   - Te quiero -me susurra en el oído, después del maratón de besos.

   - Yo también -le digo, mirándole a los ojos.

   - De verdad que siento lo que ha pasado ahí dentro -se vuelve a disculpar.

   - Ya no me importa -y ahora soy yo la que le besa a él.

Me doy cuenta de que todos los de mi clase y la clase de Tora están mirando la escena por la ventana. Tengo ganas de levantarme y pegarles a todos por cotillas, pero... creo que me quedaré aquí un rato más, besándole.

   - Eres como mi música, Aika -me dice Tora.

   - ¿Por qué?

   - Porque ella nunca para de sonar, y tú nunca vas a para de gustarme.

Y nos volvemos a undir en un dulce y profundo beso. Le quiero. Le quiero tanto.

CONTINUARÁ...

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⏰ Última actualización: Sep 07, 2014 ⏰

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