El Baile de las Sargonas

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Las Sargonas se encontraban en su piso de Chueca ensayando su baile para la canción que todavía no habían desvelado con la que participaran en Eurovision representando a españa cuando aparece Lola Indigo, que María la había llamado para ayudarlas ya que como Kish estaba embarazada, le costaba mucho bailar y necesitaba un grupo de baile que estuviera con ellas.

- ¿Pero bueno muchacha tu que haces aqui? - dijeron las Sargonas asombradas con tanta belleza.

Lola Índigo, concretamente Mimi, paseó regodeando su belleza con una sonrisa en su rostro. Por un preciso instante se quedó observando a las chicas, imaginando varias posibilidades de baile para que estas triunfasen en Eurovisión y después de unos segundos, finalmente, lo hizo.

-He venido a ayudaros chicas, porque se que necesitáis una buena coreografía ya que nos habéis salvado del último puesto que sin duda nos iba a dejar Miki - dijo Mimi.

-Chicas le he pedido yo que venga a ayudarnos - dijo María haciendo que Akad volviese a fijarse en ella, ya que se había puesto celosa porque estaba mirándola con lascivia.

Akad consiguió disimular en el último instante, y tras una sonrisa coqueta comenzaron con las clases de baile, las cuales duraron aproximadamente una hora. Después de dicho periodo Lola Índigo se fue a su respectivo hotel.
Las Sargonas aprendían rápido y eso se notaba pues en solo una hora ya habían diseñado una buena coreografía muchísimo mejor de la que Miki podría haber hecho, ya que es un poco hetero básico y eso le limitaba mucho.

-¿ A quién estabas mirando? - le preguntó María a Akad un poco celosa - pues notaba que no dejabas de mirar a Mimi.

Las Sargonas intentaron disimular, pero finalmente fueron descubiertas. En realidad a Maria no le importaba del todo, ya que ella también se había fijado en que Mimi era realmente muy guapa, así que no podía decir nada malo al respecto.

Mientras tanto, en otro lugar…

- ¡No! -Se escuchó por tercera vez un grito inhóspito desde el zulo en el que Cepeda se encontraba, ya Cepeda Calvo porque Dalas le había rapado la cabeza de huevito que tenía.

A decir verdad, este llevaba media hora intentando que su hombre dejara de pensar en las Sargonas, pero él no podía sacarlas de su cabeza ante semejante belleza y perfección. Así que por cuarta vez, después de haber recibido un latigazo por parte del chico de pelo grasiento el joven volvió a gritar, seguido de un aullido de dolor.

- ¿Por qué me haces esto? .-Susurró Cepeda, al borde del colapso.-

- Eso es por mirar a otras personas que no sea yo, pedazo de zo…

Pero el ruido de una camiona distrajo a Dalas, provocano que se alertara y saliera para recibir a sus pambisitos, quienes venían en conjunto para seguir atormentando a Cepeda…

De vuelta al piso de Chueca, varias semanas después y antes de Eurovisión…

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