La gala drag...

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  Ya era el gran día del Carnaval de Las Palmas, era la Gala Drag, y todas las miradas estaban puestas en las Sargonas, puesto que el ayuntamiento de la ciudad había confiado en ellas para una gran actuación estelar que coronase la gala, además de formar parte del jurado.

   Pero esto era por la noche, y como María sabía que Las Sargonas se ponían muy nerviosas antes de las actuaciones y que aún quedaban muchas horas por delante, llamó a su buena amiga Marilia, que era de la isla y se había ofrecido a enseñarles la isla antes del concurso, pero como el día anterior no dio tiempo, hoy estaba dispuesta a ello.

   Estábamos las cuatro saliendo por la ciudad de Las Palmas, y cuando nos estaba enseñando la playa de Las Canteras y antes de que Akad se dispusiese hacer topless, les interrumpió la voz de una chica que les resultaba familiar...

- ¡Chicas! ¿Qué haceis aquí?

   El grupo de chicas ladearon su cabeza hacia la derecha hasta encontrarse con Marta, amiga en común de María y Marilia. María notó como Marilia se tensaba en el instante en el que Marta la rodeaba con sus brazos para abrazarla como forma de saludo, luego el cuerpo de la chica volvió a su estado normal después de que esta se hubo separado.

- He venido de vacaciones, he dejado a Paco y necesitaba despejarme.

- Lo siento mucho, Marta. - Murmuró Marilia con un puchero en su rostro, aunque en realidad se alegraba en parte.

- Bueno chicas, las sargonas y yo nos vamos al agua, dejo que os pongais al día.

   Comentó divertida María, ya que en realidad había organizado todo desde un principio. Después de esto las tres pierdan la pista a Marta y Marialia.

Unas horas más tarde...

   Ya era el gran momento, las Sargona se encontraban sentadas en una mesa la pie del escenario de la gala drag para juzgar a todos los concursantes. Comenzaron a pasar varias Drags cuando salió una que hizo cabrear a las Sargonnas, la Drag en cuestión era Alkalino, que hacía un baile ridiculizando a las Sargonas y llevaba una ropa que había diseñado una vieja enemiga de las Sargonas, Carmela.

   Después del patético espectáculo de Alcalino, continuó la gala, pero Las Sargonas no podían evitar pensar en lo que Carmela habia hecho, habia intentado ridiculizarlas delante de todos sus fanses y eso no lo iban a permitir, así que una vez que todas las drags ya habían actuado, las Sargonas subieron al escenario para hacer un número muy especial dedicado a Carmela y Alkalino:

" Alkalino, que te crees adivino y no llegas ni a bobino.

Las Sargonas te exterminan y con eso avzcaba su rima

para defender españa de ti, alimanaña, las sargonas te meten caña

no te creas que lo hacemos con maña, piraña, que pipino no engaña

y si te crees muys masculino,

te miro y te examino,

y me doy cuenta de que en realidad eres un palomino.

como te pille molino siendo tan dañino,

te pega con su lino, por babuino.

las Sargonas Finalizan, porque esto ya se viraliza,

y tu has recibido tu sisa.

No seas mas facha,

que las Sargonas vuelven y te dan con un hacha".
 

 

Después de la paliza que las valientes Sargonas habían dado a Alkalino y Carmela, el público enloqueció, y rápidamente se viralizó, dandole más fama a Las Sargonas y humillando más a Carmela y Alkalino

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Después de la paliza que las valientes Sargonas habían dado a Alkalino y Carmela, el público enloqueció, y rápidamente se viralizó, dandole más fama a Las Sargonas y humillando más a Carmela y Alkalino.

  Mientras tanto entre bastidores...

   La tensión se palpaba en el ambiente, hacía mucho tiempo que Marilia y Marta notaban que había algo que las unía de una forma diferente a lo que ellas estaban acostumbradas en los días de la academia. Todo ocurrió un día de verano en una fiesta que había organizado Maria para celebrar el single de una de las chicas y que había provocado un juego que derivó en un pequeño beso entre ambas, corto pero lo necesario para determinar los meses siguientes entre ambas.

- Marta. -Murmuró Marilia una vez que ella había vuelto de ver a las sargonas detrás del telón, pues habían montado una buena fuera.

- Dime. - Murmuró al igual, acercándose lo necesario y con una sonrisa dibujada en los labios que la reconfortó, pues se sentía realmente nerviosa por lo que iba a decir.

- Creo que deberíamos hablar sobre lo que ocurrió en la fiesta.

   Marilia notó cómo el cuerpo de Marta se tensó al instante de que sus palabras salieron de su boca, pues no esperaba que la pequeña sacara ese tema.

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