Las sargonas se conocen en tuenti, una es de logroño y otra de cuenca y entablan una relación y se van a vivir tras unos años a Vallecas. Allí comienzan a hacer sus numeritos como drags cantantes y conocen a Carmela, que es una drag facha enamorada...
Las Sargonas ya estaban en su jet privado dirigiéndose a Las Palmas, pues hoy tocaba su actuación estelar en la gala Drag, estaban nerviosas, pero María les iba a presentar a un par de amigas que estaban en la isla para que se calmaran y les ayudarán en su actuación. Además se habían ofrecido a enseñarles la isla antes de su actuación, pues sabían que las Sargonas se ponían nerviosas antes de todos sus conciertos, y esto les calmaría.
Al final las mujeres terminaron en un bar, bebiendo algunas que otras copas aleatorias que Maria había pedido según la velada avanzaba y después de unas cuantas horas, la más joven de todas decidió que era momento de volver al hotel, pues al día siguiente tenían la gala.
- ¡Me caigo! - Exclamó Kish mientras que se tambaleaba y unos brazos fuertes agarraban su abultada cintura. Esta ladeó su rostro, encontrándose de golpe con un joven muchacho que la miraba sonriente.
- ¿Te encuentras bien? .-Susurró el joven ante la mirada de las tres mujeres.
María, algo celosa, se acercó rápido hasta Kish, sujetando de forma firme uno de sus brazos y finalmente sustentando desde allí y una parte de su cintura. Akad observaba con una ceja levantada al maromo.
- ¿Y tú quién eres?
- Soy Jonan. - Murmuró él con una sonrisa entre dientes, pareciendo algo nervioso.
Era normal los nervios que el chico tenía pues no cualquier día se encontraba con tres semejantes monumentos como eran Las Sargonas y María, que ya era una tercera Sargona. Kish al verlo bien quedó embriagado de toda la belleza de aquel joven, y se quedaron unos minutos mirándose a los ojos hasta que Akad les interrumpió, cargandose todo el momento romántico que tenían Kish y Jonan.
- Ay siii, que yo le he visto el culo por el instagram un dia - dijo Akad.
- ¿ Y tu que haces viendo eso? - dijeron a la vez Kish y María.
Akad no sabía qué decir, estaba muy nerviosa y se había puesto roja.
- ¡Pero que conste que no soy hetera! - exclamó Akad para quitarse las miradas de encima.
- Cariño, creo que aquí no hay nadie se esa acera - dijo Jonan para quitar la tensión del ambiente.
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Todos echaron a reir cargándose dicha tensión y tras unos segundos de alegre conversación, las jovenes volvieron al hotel. Una vez allí sargona de Akad entró la primera a la ducha, dejando a Maria y a Kish en el salón, la cual se sentía interrogada por parte de la rubia.
-¿De qué conocías a ese chico? .- La pregunta de María no la sorprendió del todo, pues se esperaba en parte esta.
La joven quizás tardó más de lo necesario en reaccionar, delatandola por un primer instante y después de unos segundos finalmente abrió la boca.
- Ya escuchaste a Akad, lo vimos por Instagram un día y nos pareció muy mono.
Finalmente el tema quedó ahí, pues María no quería seguir hablando sobre ello, pues notaba que Kish estaba ocultando algo, pero sabía que presionarla no serviría de nada.
