Al salir de la escuela:
Los niños iban camino a la vecindad y el profesor iba con ellos ya que el también iba a la vecindad.
-Por fin, voy a poder comer mi comida favorita!-
En ese momento los niños vieron a un vagabundo sentado en la esquina de la calle. Los niños decidieron ir a hablar con él.
-Señor, se encuentra bien?-preguntó el profesor.
-Si, no se preocupe-contestó.
-Como se llama?-preguntó la Chilindrina.
-Henrique-
-Señor Henrique, hace cuanto tiempo que no come?-preguntó Ñoño.
-Un mes-
Entonces ocurrió algo que emocionó a los niños y al profesor Jirafales.
-Tome-dijo el Chavo.
-No hijo, eso es tuyo y tú debes de estar hambriento-contestó Henrique.
-Usted lo necesita más que yo. Yo no he comido en 3 semanas. Usted no ha comido en un mes. Por favor, cójalo-insistió Ollie.
Al final, el señor Henrique cogió el sándwich de las manos de Ollie.
-Gracias. Que Dios te lo pague-
-Ojalá-contestó Ollie de un tono sarcástico.
El profesor Jirafales fue incapaz de no llorar. Tantas personas con dinero que serían capaces de ayudar a aquel hombre, y nadie lo hacía. Pero un niño de 12 años, pobre y huérfano, fue el único capaz de ayudar a ese hombre. Sin duda alguna, Ollie se merece el aplauso de todos nosotros.
De camino a la vecindad, Paty decidió preguntarle algo a Ollie.
-Oye Chavo, por qué ayudaste a ese hombre?-
-Porque tenía mucha hambre-
-Pero tú también-
-No sé. Alguna parte de mi cuerpo me dice una y otra vez "ayudale, ayudale" y soy incapaz de aguantar-
-Chavo, eres la mejor persona que he conocido en toda mi vida-
-Paty-
-Chavo-
Y cuando estaban empezando a juntar sus cabezas...
-Chavo, Paty! Venga, se empieza a hacer tarde-dijo el profesor.
-Ya vamos-contestó Ollie.
-Nos vemos luego, Chavito-dijo Paty acariciándole la mejilla.Al llegar a la vecindad:
-Por fin llegamos. Ya era hora-dijo Quico que estaba muy cansado.
-Parece que va a llover mucho. Quico, me dejas dormir en tu casa esta noche?- preguntó la Popis.
-Claro. Bueno, adiós chicos-dijo Quico.
-Lo mismo digo-dijo la Chilindrina mientras se iba a casa.
-Bueno, hasta mañana chicos-añadió Paty.
-Adiós-dijo Ñoño.
Pero este último se dio cuenta de que Ollie, Chente y Manuel no tenían donde refugiarse de la lluvia.
-Oigan, quieren venir a dormir a mi casa?-
-Nos invitas?-preguntó Manuel.
-Claro. Venga, que va a empezar a llover-En casa de Ñoño:
-Hola papi-saludó Ñoño-El Chavo, Chente y Manuel se quedarán a dormir en casa-
-Hombre chicos. Que tal?-preguntó el señor Barriga.
-Muy bien. Ya está lista la cena?-preguntó Ollie muy emocionado.
-Claro que sí, Chavo. Vamos-Después de cenar:
-Venid, vamos a ponernos el pijama-dijo Ñoño.
-El qué?-preguntó Chente.
-El pijama, la ropa para dormir-explicó Ñoño.
-Te pones una ropa por la mañana y otra para dormir?-preguntó Manuel.
-Claro-contestó Ñoño.
-Yo siempre utilizo la misma ropa-dijo Ollie.
-Yo os presto uno, no os preocupéis-Después de ponerse el pijama...
-Vale. Chavo, Manuel, dormireís en esa litera-explicó Ñoño-Chente, tú y yo en esta-
-Vale- dijo Chente mientras subía la escalera para subirse a la cama de arriba.
Pero Ñoño le agarró para que bajara.
-A dónde vas?-preguntó Ñoño.
-A la cama-dijo Chente.
-Yo duermo arriba. Tú abajo-
-Pero si se rompe lo de arriba, me muero. Tú pesas mucho-
-Te aguantas-
-Por favor, Ñoño déjame arriba-
-Está bien-
Después, todos se echaron a la cama.
-Buenas noches-dijeron todos al unísono.
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(Primera saga, segundo libro)El Chavo del 8 y los ladrones de México
Short StoryPasa un año más y el Chavo y sus amigos esta vez se enfrentarán a un grupo de ladrones que intenta atracar toda la ciudad. Gente se marchará de la vecindad y al final nos encontraremos con una gran sorpresa al saber quienes son los ladrones.