Al anochecer, en la vecindad:
-Estúpidos niñatos!-exclamó Ollie.
-Está bien, mañana por la mañana nos vamos de la vecindad-dijo Chente.
-Buenas tardes, niños-dijo Jaimito mientras entraba a la vecindad.
-Qué tienen de buenas?-exclamó Ollie.
-Qué ocurre?-
Entonces los chicos les explicaron todo.
-Bueno, esta noche parece que va a llover mucho. Quedaros a dormir en mi casa-
-De acuerdo, pero háganos un favor-dijo Manuel.
-Qué?-
-No le diga a nadie que nos hemos ido de la vecindad-siguió.
-De acuerdo-contestó Jaimito un poco triste.
Los niños entraron a casa de Jaimito y empezaron a cenar.
-Chicos, hace cuánto que no comeis?-preguntó Jaimito.
-3 semanas y media-contestó Ollie.
-Bueno chicos, yo me voy a la cama. Cuando terminéis llevarme los platos a la fregadera, y mañana por la mañana, yo los fregaré-
-De acuerdo-contestaron los 3.
Jaimito se fue a dormir y al rato los niños terminaron de cenar. Dejaron los platos en la fregadera tal y como había dicho Jaimito, y se fueron a dormir.Mientras tanto, en casa de Paty:
-Paty, qué te pasa? Estás bien?-dijo la tía Gloria.
-Estoy triste, los chicos se tendrán que ir de la vecindad-
-Mira, descansa y mañana lo arreglaréis todo-dijo Gloria cerrando la puerta. Mientras, Paty seguía llorando.En la calle:
Ñoño y Quico estaban jugando al fútbol, Ñoño de portero y Quico de delantero. y vieron a unos niños huérfanos. Estaban muy aburridos, y Ñoño hizo lo mismo que habría hecho con sus amigos: dejarles jugar.
-Chicos, queréis jugar un partido con nosotros?-preguntó Ñoño.
-Si!-respondieron todos.
Todos empezaron a jugar juntos y a divertirse, excepto Ñoño, que estaba muy pensativo.En casa de la Popis:
-Quién te ha dicho eso? Será mejor que me lo digas-le decía a la Popis.
-Fuiste tú?-
-Estás loca? Eres idiota?-respondió su padre agarrándole de los pelos-Cómo puedes preguntarme eso? Piérdete y lárgate de aquí, mocosa!-y lanzó a la Popis contra su habitación.Al día siguiente:
-Bueno Jaimito, nos vamos. Ha sido un placer haberlo conocido-dijo Ollie.
-Lo mismo digo, chicos. Que os vaya bien-dijo Jaimito, que aparentaba estar muy triste.
-Adiós-dijo Chente mientras cerraba la puerta.
-Bueno, chicos. Recojamos todas nuestras cosas-dijo Manuel.
Ollie, Chente y Manuel recogieron todo, aunque no tenían mucho.
Una manta vieja, un tirachinas, un balón de fútbol...
-Chicos, de comida solo nos quedan 4 manzanas y 2 bolsas de cacahuetes-dijo Chente.
-Chicos!-gritó Jaimito mientras bajaba las escaleras-Tomad, es toda la comida que tengo-
Les dio 4 sándwiches y 6 manzanas.
-Muchísimas gracias, Jaimito-dijo Manuel.
-Bueno, que os vaya bien. Adiós-
Y Jaimito se fue a su casa.
-Bueno, adiós vecindad. Hemos pasado muchas cosas juntos, pero me voy. Adiós-dijo Ollie.
Los chicos se fueron y no volvieron a regresar.
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(Primera saga, segundo libro)El Chavo del 8 y los ladrones de México
Short StoryPasa un año más y el Chavo y sus amigos esta vez se enfrentarán a un grupo de ladrones que intenta atracar toda la ciudad. Gente se marchará de la vecindad y al final nos encontraremos con una gran sorpresa al saber quienes son los ladrones.