Mi otra mitad

Capítulo 2

-Se te durmió el gallo ¿No? ¿O se te  olvidaba que venía?.

-Te sienta bien el cabello largo, fue lo primero lanzó mi boca al verlo.

-Y a ti la bata de baño, dijo sin pensarlo dos veces, en ese momento me puse tan roja como pude imaginarme, y me di cuenta de que no me había cambiado y que seguía en bata de baño.

Se acercó a mi me miró un momento, me abrazo y dijo:- tenia tanto que no te vía Dany, estas preciosa solecito.

Aún con mis mejillas coloradas tome una de las dos tazas de café que el había puesto en la mesa, bebí  un sorbo y me dijo: -cambiate que no quiero que pesques un resfriado
-que pena, en verdad- dije todavía llena de vergüenza.
-No es para tanto solecito yo olvido lavarme los dientes y tengo que volver a hacerlo.
Después de aquel vergonzoso encuentro, entré en mi habitación, cerré la puerta y suspire, tome uno de tantos vestidos que estaban colgados, uno tan simple, de esos que te sacan de cualquier apuro.
Me senté frente al tocador tome una brocha y la acerqué a mi cara, pero algo en mi me dijo que no era necesario, la deje junto a las demás y baje de nuevo a la cocina.
-Vaya que has crecido le mencione. -¿a qué debo tu visita?¿qué es eso tan importante que tenias que decirme en persona?
-bueno pues.... Y comencé a jugar con mis manos y la mesa como si fueran tambores, con la mejor actitud y una cara de alegría espere que lo dijera.
-después de casi 1 año conocí a alguien. Y mi cara cambio momentáneamente, me alegraba por él, pero algo en mi no estaba bien.
-wow!! Me alegra bastante Mateo. Dije sin la misma emoción del principio.- y ¿cuál es su nombre? Pregunte intentando mostrar interes, y no es que no me interesara, si no que no me lo esperaba.
-valeria y es la niña más linda de todo el mundo. Tengo una sita con ella mañana. Y sus ojos se llenaron de luz, jamas lo había visto tan feliz y eso me hacía sentir bien, me habló de ella por  una hora más, se expresaba como si hablará del más bello arte y bueno eso es tan clásico en él. Es el niño más dulce que yo conozco.
Despues de aquella charla una idea surgió y la vomite - de compras ahora mismo.
-¿qué? Dijo tan desconcertado como su cara podría expresar
-Tenemos que ponerte guapo cara de moco, ella tiene que quedar fascinada contigo.
-tienes razón, ve por un suéter que yo espero afuera. Y corrí a mi habitación tome el primer abrigo que se me cruzo y me detuve por unos segundos y mi voz interior me dijo -haces lo correcto no te detengas.