Un día decidí bajarme del autobús, realmente era algo que tenía que hacer, no era una opción, de hecho. Llegue al lugar en el que pasaría la mitad de mi tiempo, la mitad de mi día. Al abrirme la puerta encontré muchas sonrisas, muchos abrazos, y gente amable. Juro que fue uno de los lugares donde sin conocerme me recibieron como si fuese de su familia. Pero como todo necesitaba papeles y firmas para estar allí, así que tuve que esperar a la persona que firmaría mi entrada. Espere unos minutos hasta que llego, camisa verde rayada, pantalones ajustados color claro, zapatos cafés, cabello castaño oscuro, ese era él.
Si, era la persona que se convertiría en la fantasía más grande de mi vida jaja fue muy irónico todo, pero bueno.
Para ser muy sincera la primera vez que lo vi me pareció alguien "x "como se dice ahora jaja. Platicamos un rato firme los papeles, me presenté a mucha gente y me fui. Regrese a los días de nuevo. Y de allí en adelante jamás mis días volvieron a ser los mismos.
Como se le llama a eso que sientes cuando miras a alguien y desde lejos empiezas a sonreír ? Juro que su sonrisa era tan hermosa que aún pienso por que se queja tanto de que sus labios están chuecos jajaja.
Bueno les cuento mis trayectos en el autobús fueron diferentes, creo que antes de llegar a ese lugar siempre sentía algo que me sofocaba el estómago, no se como la gente le llama mariposas, sientes que se te acaba el aire, y se te sube al pecho y luego se te baja, es una sensación rara. ¿Porqué le llaman amor ? En mi torpeza siempre me culpe por sentir eso. Si aunque ustedes no lo crean me culpe por sentir algo tan hermoso por alguien, y es que enamorarse nunca fue bonito para mi. La última vez que lo hice me casé, tuve un hijo y me engañaron. Cosa que es muy común en la actualidad, pero para mi fue como si la vida se me terminara.
Aprendí que no debo enamorarme de cualquier persona, aprendí que la persona que puede jurarte amor eterno todos los días, pues estarte clavando un cuchillo por la espalda sin darte cuenta. Por eso aveces nos sentimos tan culpables cuando conocemos a alguien que nos ilumina los días solo con su presencia.
En mis viajes en el autobús descubrí muchas cosas y la más importante fue que me encontré a mi misma. Hecha pedazos empecé a reconstruirme poco a poco, tomé cada parte de mi y empecé a coser con un hilo grueso para que nadie jamás me volviera hacer pedazos. Quizás reforcé la costura un poco por aquellos de los desencuentros con gente que solo muestra sus máscaras.
En fin ... apareció él y aunque no fue un final feliz, le agradesco tanto su aparición en mi vida, descubrí un mundo distinto, una persona que realmente escuchó lo que yo sentía.
