La realidad ...

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Después de un engaño te juras jamás volver a entregarte a alguien, juras jamás enamorarte, jamás volver a ser la misma persona de antes.
Y quizá si ...
Jamás vuelves a ser la misma persona de antes, por que te conviertes en alguien mejor, en alguien más consciente de sus relaciones.
Empiezas a amarte, a disfrutar esa soledad acompañada de ti, comer sola se vuelve algo exquisito, leer un libro, comprarte ropa bonita, viajar sola a lugares que antes no conocías. Conocer amigos y amigas con tus mismos intereses, convivir con ellos, en fin. Vas descubriendo otro mundo que si lo piensas bien no hubieses conocido si seguías con la misma persona y en la misma rutina de vida.
Hay alternativas para muchas parejas, pero para mi simplemente siempre hubo excusas.
En mi viaje en el autobús bajé a distintos lugares, pero mi preferido era donde estaba él, lo siento pero cuando juras jamás enamorarte pareciera como si fueses más inmune al amor.
Y es que parecía muñeco de pastel de porcelana jaja, un ejemplo muy tonto lo sé, pero yo lo veía perfecto y dulce como una paleta del caramelo más suave y adictivo en los labios.
Podía olerlo desde lejos, su perfume se olía a kilómetros de mi, aunque a veces pienso que era mi sugestión hacia él.
Los días que se acercaba a mi y platicábamos enserio que sentía una química increíble como cuando sientes que ya conocías a esa persona desde tiempo atrás.
Yo no se si él sentía lo mismo, y si le pasaba lo mismo con otras personas, pero cuando él y yo estábamos juntos el tiempo pasaba volando.
Jamás hubo un beso, solo miradas, abrazos, acercamientos, y nadamas.
Siempre sentí un leve interés de su parte hacia mi, de repente se acercaba y de repente se alejaba, hasta que un día .. Descubrí que sus preferencias sexuales eran distintas ...

Nada es color de rosa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora